
En lo que llevamos de año, las entidades financieras y compañías españolas han emitido unos 8.300 millones de euros en bonos verdes, sociales y sostenibles. La cifra es llamativa, ya que, en solo 5 meses, este volumen supone el 96,5% del colocado por esas mismas empresas en todo 2020 (fueron unos 8.600 millones de euros). Más noticias sobre sostenibilidad en elEconomista Inversión sostenible y ESG.
CaixaBank está dinamizando el mercado de deuda responsable como ninguna otra compañía del país: de esos 8.300 millones, el 43,1% (unos 3.580 millones) los ha colocado la entidad. Por detrás de ella se sitúan, por volumen, Iberdrola (con 2.000 millones) y Telefónica (con 1.000).
El ranking de los mayores emisores de deuda responsable -si es que se puede denominar ranking al listado de las empresas que más dinero piden al mercado bajo ese paraguas sostenible- cambia, con datos hasta mayo, respecto al de 2020. El año pasado, BBVA y CaixaBank empataron, con 2.000 millones cada una, como empresas emisoras líderes, según los datos de Ofiso (el Observatorio Español de la Financiación Sostenible).
Este primer puesto que detenta en 2021 lo ha logrado CaixaBank realizando cuatro emisiones, tres verdes y una social. La primera, por 1.000 millones, la llevó a cabo el pasado 2 de febrero. La entidad colocaba deuda verde a 8 años, con un cupón del 0,50%. Coincidió en fecha con Iberdrola, que le robó el protagonismo al colocar ese mismo día el mayor bono híbrido verde de la historia, por los antes citados 2.000 millones, que le supuso un récord de financiación a nivel mundial.
En marzo, CaixaBank volvía a acudir al mercado con un nuevo bono verde, también por 1.000 millones, en este caso a 10 años. Y en mayo hemos asistido a otras dos colocaciones de la entidad: una social, por 1.000 millones más, y una verde, por 578 millones.
La particularidad de esta última operación es que se ha tratado de la primera emisión pública del banco en una divisa diferente al euro (fueron 500 millones de libras). Ha sido su tercer bono verde de 2021, el cuarto de su historia, y su séptima emisión bajo el Marco de emisión de bonos ligados a los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) de Naciones Unidas. Su objetivo ha sido financiar proyectos de energía renovable y edificios energéticamente eficientes.
En esta última operación, la demanda cuadruplicó la oferta, algo habitual en la inmensa mayoría de emisiones de deuda sostenible, que los inversores devoran, algo que refleja que el papel que ofrece el mercado todavía es muy limitado en relación con la demanda existente.
El año de las promotoras
2021 está siendo el año del boom de emisiones verdes, sociales y sostenibles (éstas últimas combinan características de las dos anteriores, aunque el término sostenible se utiliza para referirse a deuda responsable en su conjunto). Y, al mismo tiempo, el de la entrada de nuevos actores, como las promotoras inmobiliarias, en este mercado. En marzo, Vía Célere se convertía en la primera promotora residencial europea en anunciar la emisión de un bono verde high yield de 300 millones. El objetivo, el de financiar la construcción de edificios residenciales energéticamente eficientes. Abierta esa veda, después vinieron las colocaciones de Neinor Homes y de Aedas, por 300 y por 325 millones de euros, respectivamente.