
Como muchas otras oficinas, el Palacio de la Bolsa de Madrid se vació por completo en la pandemia. "Si me preguntan hace un año si íbamos a poder supervisar el mercado desde casa habría dicho que no", reconoce Beatriz Alonso-Majagranzas, quien cambió su puesto de directora de Renta Variable a directora de Mercados de BME a comienzos de este año. Hoy afirma que "los mercados funcionaron fantásticamente", incluso en los picos de más volatilidad. Sobre el futuro, confía en el regreso previsto de salidas a bolsa y ve imprescindible dar "visibilidad" a las pequeñas y medianas cotizadas para mejorar su liquidez.
En esta crisis, el inversor particular se ha acercado más a los mercados. ¿Pudieron apreciarlo de alguna forma? ¿Cree que los más jóvenes han llegado para quedarse?
Sí que hemos notado, en el número de operaciones y por lo que vamos conversando con los brókeres, una vuelta importante del inversor retail a los mercados. Ha sido una tendencia en toda Europa. Nos gusta que haya un mix de inversores. A veces, la normativa actual, que es muy exigente y tiene que serlo en la protección del inversor, tiene un cierto efecto expulsión que hay que mirar y cuidar. Creo -y espero- que los jóvenes seguirán ahí. Ahora tienen un gran acceso a la información y a la formación, y eso tiene una potencia tremenda para tomar decisiones con garantías.
¿Ha cambiado el dato de participación del inversor internacional? Antes de la pandemia rondaba el 50%.
Posiblemente, a lo largo de estos meses, ha podido variar. Pero creo que seguimos en los mismos niveles.
Otro efecto del Covid ha sido el impulso de la financiación sostenible. ¿Le preocupan las cancelaciones de varias salidas a bolsa de renovables? ¿Ve cierta saturación?
Para nosotros este tema es importantísimo. Entre el mercado principal y BME Growth tenemos ocho cotizadas ahora con un perfil de renovables, algunas llevan tiempo en el mercado y tienen su recorrido. Las cancelaciones forman parte del proceso. La buena noticia es que tenemos salidas a bolsa, que las echábamos de menos. Y tenemos perspectivas de más en los próximos meses, no solo de renovables. Tenemos que volver a acostumbrarnos a que hay empresas que salen y otras que no por algunas circunstancias. Eso forma parte del ecosistema bursátil. No es buena noticia, pero es normal. Yo creo que sigue habiendo interés, lo que pasa es que posiblemente ha confluido en un mismo momento una oferta demasiado amplia.
Habrá alguna salida de renovables más, pero también del sector de la distribución, transporte...
¿De qué otros sectores espera debuts bursátiles este año?
Hay diversos sectores industriales. Habrá alguna renovable más, pero también habrá alguna del sector de la distribución, transporte… No tenemos calendarios, pero el año va a ser activo en su totalidad. También en BME Growth habrá nuevas compañías. Y algunas empresas están en condiciones de analizar su paso de Growth al principal.
¿Qué le parece el formato SPAC? ¿Confía en que de verdad pueda desarrollarse en España?
Nos parece una buena alternativa, una más de acudir a la bolsa. Pero sí que estamos muy pendientes, y nos va a preocupar mucho, la regulación que se establezca en España. Y que vele por la protección de los inversores. Aún es preliminar.
¿Han podido contabilizar ya el efecto de la tasa Tobin, implantada a principios de año en nuestro país?
Es un poco pronto, será más un efecto a largo plazo. En general, la experiencia que hemos visto en otros mercados es que suele tener un impacto en la negociación. Para nosotros no es una buena noticia, y más si no está incorporado a nivel europeo. Nos hace menos competitivos.
El Ibex 35 cumplirá su 30 cumpleaños el próximo enero. ¿Aún es un índice muy 'bancarizado'? ¿Se habrá recuperado del Covid antes?
En los últimos meses, y con las incorporaciones que tengamos y a medida que las empresas vayan evolucionando y entren renovables y de otros sectores, se está diversificando el peso bancario del Ibex. El índice es un reflejo de la economía, tiene mucho peso bancario porque la economía lo tiene. Sí que vemos que va evolucionando. Me encantaría que se recuperase antes [de enero]. Vamos evolucionando positivamente y será un reflejo de cómo iremos saliendo de la situación.
Es importante que las empresas tengan visibilidad para mejorar la liquidez y entrar a los índices
¿Hay empresas medianas para tomar el relevo? ¿Cómo podría mejorar la liquidez de esos valores?
Es importante que las compañías tengan visibilidad que les ayude a cumplir las características para entrar en los índices, que van muy ligadas a la liquidez. Luego siempre es el inversor el que valora a las compañías y las pone en su sitio a lo largo del tiempo. El Foro Medcap, que cumple 17 años, es un escenario perfecto. Este año tenemos 100 empresas y 230 inversores, casi el 50% de estos últimos son internacionales. Además, uno de los efectos menos positivos de Mifid, que se está intentando arreglar, es que las empresas han perdido mucho análisis. Por eso colaboramos con el Instituto Español de Analistas Financieros en la iniciativa Lighthouse -que cubre ya a unas 20 firmas-. Nos preocupa mucho que determinadas compañías pequeñas no tengan esa cobertura de análisis.
¿Cree que la revisión de Mifid II en ese aspecto llegará a buen puerto?
Yo creo que sí. Hay cosas que arreglar para fomentar que vuelva el análisis a las pequeñas compañías. Uno de los factores de liquidez es que tengan visibilidad.
¿Es clave que las empresas más familiares también reduzcan su participación? Rovi, por ejemplo, quiere hacerlo para llegar al Ibex 35.
El tema del capital flotante es importante. No hay un porcentaje exacto que sea bueno. Es una decisión de las compañías, pero que forma parte del proceso de mejorar la presencia en bolsa. No tiene por qué significar una pérdida de control, que puede ser la inquietud de compañías familiares especialmente.
¿Se está produciendo en esta crisis un buen 'mix' de financiación vía capital y vía deuda?
Los tipos favorecen una financiación vía deuda, pero creo que tenemos un equilibrio bueno. Hemos tenido ampliaciones de capital muy importantes, como la de Cellnex. Este año los flujos canalizados a bolsa hasta abril superan los 18.000 millones en renta variable, seis veces más que en la misma fecha del año anterior, y superan el conjunto de 2020. En renta fija, se ha emitido por 165.000 millones, de ellos 50.000 son renta fija privada, un crecimiento del 23% frente a 2020. El Marf, que acaba de celebrar 100 emisores, contribuye con 3.500 millones.
¿La caída de negociación en BME ya se ha estabilizado?
En esta crisis, el mercado se ha comportado extraordinariamente bien en términos de horquillas de precios, de volúmenes disponibles para la compra y la venta relacionados con esa horquilla. La cuota de mercado ha seguido donde estaba y en línea con la del resto de mercados europeos. Lo importante es que nuestra horquilla está a mucha distancia del siguiente MTF [sistema multilateral de negociación].
¿Debe darse el cambio de fiscalidad para que despegue el ETF?
Estamos pendientes de que se confirme ese cambio fiscal que lleva tiempo en espera y que yo creo que será bueno. El ETF es una asignatura pendiente. Vamos por detrás de otros mercados europeos. Deberíamos lograr que haya más oferta. Pueden convivir los dos modelos: ir por la vía bursátil de comprarlo como si fuera una acción o hacerlo como si fuera un fondo de inversión.