
Uno de los grandes misterios de los mercados este año ha sido el nivel persistentemente alto del índice de volatilidad del mercado de opciones de Chicago, más conocido como VIX o 'índice del miedo'.
Incluso cuando el S&P 500 tocó máximos históricos a principios de año, selectivo del que denota la volatilidad, el VIX se mantuvo obstinadamente elevado. Para ser el indicador que tradicionalmente ha medido el miedo de Wall Street, el índice no parece estar haciendo un buen trabajo a la hora de reflejar el sentimiento real del mercado. ¿Qué ocurre entonces?
Los analistas de Goldman Sachs, dirigidos por Ricky Fishman, tienen una teoría. Apuntan a la reciente explosión del comercio minorista de opciones. Con la ayuda de brokers sin comisiones como Robinhood, los inversores minoristas se han lanzado de cabeza a las opciones, culminando en el drama de GameStop de enero, donde utilizaron los contratos para hacer subir el precio del minorista de videojuegos.
Según las estimaciones de Goldman -que se basan en las revelaciones de los operadores minoristas sobre la compensación por el flujo de órdenes-, los volúmenes de opciones de una sola acción se han disparado un 130% entre 2019 y 2021. De hecho, dicen, los brokers minoristas manejaron el 57% del volumen total de opciones no indexadas en el primer trimestre de este año.
Y como gran parte de ese interés minorista viene en forma de compra de opciones de compra, puede hacer subir el VIX tanto por la demanda de cobertura de los grandes intermediarios (que podrían comprar volatilidad implícita para compensar las operaciones) como por la creación de una gran brecha de precios entre los precios de las opciones de venta y de compra.

Como apuntan los analistas del banco de inversión, la compra de opciones por parte de los inversores particulares ha contribuido en gran medida a la prima de riesgo de volatilidad persistentemente elevada de 2021. El VIX ha tenido una prima constantemente alta con respecto a lo que la volatilidad realizada indicaría que debería ser en 2021.
Una aversión al riesgo similar ocurrió en 2009-10 tras la gran crisis financiera (y la prima de riesgo de volatilidad tardó nueve años en alcanzar su mínimo del ciclo en 2019). En opinión de los expertos de Goldman, la persistente demanda de opciones sobre acciones individuales ha sido un componente importante del desajuste entre la oferta y la demanda de riesgo de volatilidad que ha impulsado este año una prima de riesgo de volatilidad aún mayor que la observada en 2009-10.
En otras palabras, ningún índice es una isla y el VIX podría estar siendo empujado al alza por la actividad minorista tanto como por las preocupaciones sobre la dirección futura de las acciones.