
La semana que viene tendrá lugar la reunión de la Reserva Federal estadounidense (Fed) en la que la organización debe decidir si toca los tipos de interés o si lleva a cabo cualquier cambio en su política monetaria.
Tendrá lugar el miércoles y las expectativas apuntan a que será un encuentro tranquilo, como ha ocurrido esta semana en Europa con la reunión del Banco Central Europeo (BCE). Sin embargo, estas perspectivas pueden ser un arma de doble filo. La complacencia no es un buen aliado de los mercados, ya que es en esos momentos, cuando menos se espera, cuando llegan los grandes sustos por decisiones que no se consideraban probables.
Es por ello que tener un ojo puesto en la reunión del miércoles es obligado para los inversores, por las posibles turbulencias que podrían surgir en los mercados si la Fed hace algo inesperado, aunque sólo sea abrir la puerta a que se acelere el desmantelamiento de los estímulos antes de lo previsto.
"La Fed va a mantener el pie en el acelerador", sostiene el-Erian
"La Fed va a mantener el pie en el acelerador", señala Mohammed el-Erian, asesor jefe de Allianz. "La semana que viene van a actualizar sus perspectivas, y nada más. No van a tomar nuevas decisiones. Se mantendrán como están; hay que recordar que la Fed se basa en datos económicos a pasado, no en las perspectivas que se manejan para la economía. Querrán seguir intentando impulsar el precio de los activos", cree El-Erian.
En la misma línea, Marilyn Watson, responsable de estrategia de renta fija global de BlackRock, considera que, aunque la Fed sea ahora "más optimista", no va a cambiar su hoja de ruta ni hará recortes de estímulos en la reunión de la semana que viene. "Creo que será en junio cuando empecemos a ver señales que apunten a un posible tapering", explica la estratega.
Hay que recordar que la Fed ya avisó en marzo de que un posible repunte de la inflación se podría materializar en el corto plazo, pero espera que se diluya en el medio y largo plazo. "Los indicadores de actividad económica han mejorado recientemente", reconocieron entonces, pero también quisieron dejar claro que "los sectores más afectados por la pandemia siguen dando señales de debilidad", añadiendo cómo "el crecimiento de la inflación sigue estando por debajo del 2%", el objetivo que tiene marcada la entidad en su mandato.
Con todo esto sobre la mesa, si la Fed termina lanzando un mensaje que tenga un matiz demasiado optimista a ojos de los mercados es probable que la reacción de los inversores no se haga esperar, acelerando las ventas de renta fija que en los últimos meses han incrementado la rentabilidad de la deuda estadounidense.
Inflación, desempleo y PIB
Al margen de la reunión de la Fed, la próxima semana se publican varios datos macroeconómicos importantes. La inflación del mes de abril en Alemania y España se conocerá el jueves, el mismo día en el que se publicará el dato de PIB del primer trimestre en la primera economía del mundo, Estados Unidos, donde los expertos esperan que se ponga negro sobre blanco un avance del PIB del 6,5% desde los niveles que se alcanzaron en el último trimestre de 2020.
Un día después, el viernes, la eurozona hará lo propio y publicará su dato de crecimiento del primer trimestre, pero las perspectivas no son positivas como en Estados Unidos. Las expectativas que recoge Bloomberg apuntan a una nuevo trimestre de contracción del PIB en la zona euro, con una caída del 0,8% respecto al último trimestre de 2020, y del 2% si se compara con el mismo trimestre del año pasado.
Los datos de empleo también deben tener un hueco en la agenda de los inversores la semana que viene, aunque su impacto probablemente no será tan importante para los mercados como puede serlo el PIB o la inflación. El jueves España publicará la tasa de desempleo que se ha alcanzado durante el primer trimestre del ejercicio, y el viernes se publicará el desempleo del conjunto de la zona euro durante el mes de marzo.
Fuera de Europa y Estados Unidos, China también merece una mención, por la publicación del viernes de los PMI del mes de abril. Las perspectivas de los expertos apuntan a que la encuesta reflejará que continúa el optimismo, tanto para el sector servicios como para el industrial, pero a un ritmo algo menor al que mantenía hasta ahora. Se espera que el PMI industrial sea de 51,7 puntos en abril, frente a los 51,9 de marzo, y para el indicador de servicios esperan 55,9 puntos frente a los 56,3 del mes pasado.