
El precio de las acciones de la compañía británica ha caído un 7,6% en la sesión del martes hasta las 26,92 libras, en la que ha sido su mayor caída diaria desde el 12 de marzo de 2020, cuando la acción se dejó un 10,3%. Con este último descenso, los títulos de BAT se ponen en el año con un saldo negativo del 0,57%.
Hace ya algunos años, en 2012, los grandes supermercados del Reino Unido tuvieron que ocultar las cajas de cigarrillos de la vista de los consumidores, en un intento por reducir el número de fumadores y proteger a las personas más jóvenes, que son a menudo el público objetivo de las promociones de tabaco.
Hace unos días, desde Nueva Zelanda llegaban propuestas para prohibir la venta de cigarrillos a toda persona nacida después de 2004, creando así una generación libre de humos. Y finalmente, ha sido de EEUU de donde llegan informaciones sobre la posibilidad de que la Administración de Joe Biden solo permita cigarrillos con niveles de nicotina tan bajos que ya no sean adictivos, según publicó The Wall Street Journal.
Uno de los principales atractivos de British American Tobacco es el dividendo, y no parece que los cambios que se avecinan en el sector del tabaco vayan a afectar por el momento a la rentabilidad de los pagos de la compañía. Las estimaciones de 2021 apuntan a una rentabilidad por dividendo del 8,07% este año y del 8,56% para 2022.
Asimismo, si el beneficio operativo (ebitda) fue de 13.719 millones de euros en 2020, para el presente ejercicio se prevé que gane 14.137 millones y para 2023 alcance los 15.515 millones. Entre 2020 y 2023, registrará un crecimiento del 13,2%.
Con las caídas en bolsa de este martes, los títulos de BAT han descendido a las 26,92 libras. Pero el consenso de analistas que recoge FactSet sitúa el precio objetivo de la acción en las 35,61 libras, lo que implica un potencial alcista en bolsa del 32%.