
Ha pasado ya un año desde que los futuros del petróleo West Texas (WTI) cayeran a territorio negativo (se pagó por comprar futuros de este petróleo) por primera vez en la historia. Entonces, medio mundo estaba confinado y el petróleo se acumulaba en tanques, buques, oleoductos... Si nadie se mueve, el petróleo pierde a su principal cliente: el transporte. Sin embargo, un año después, la panorámica es muy diferente.
El 20 de abril de 2020 daba la sensación de que el mundo se iba a acabar. No cabía más petróleo en las instalaciones de Cushing (Oklahoma) y el consumo se había desplomado. Los futuros de crudo cayeron a precios negativos Sin embargo, la reapertura parcial de las economías desde mayo mantuvo con vida al petróleo, aunque no ha sido hasta ahora cuando los traders y productores han empezado a ver claramente la luz al final del túnel. "Parece que estamos en una escena de un mundo diferente", aseguran desde el banco alemán Commerzbank.

El West Texas, cotiza por encima de los 64 dólares el barril, aprovechando el drástico giro de los acontecimientos. "Estados Unidos está volviendo a las carreteras a medida que la economía se reabre. Las señales de una fuerte demanda de petróleo, el uso de gasolina está recuperando los niveles previos a la crisis, aumenta la confianza en el mercado del petróleo y elevan los precios", aseguran los expertos de la firma financiera alemana Julius Baer.
Por su parte, el petróleo Brent, de referencia en Europa, busca reconquistar los 68 dólares por barril. Este tipo de crudo llegó a caer por debajo de los 20 dólares el día que el WTI cotizó con precios negativos. Algunas diferencias en el funcionamiento de los mercados de futuros de crudo europeo y un mayor margen para almacenar el petróleo impidieron que el Brent rompiese la frontera de los precios negativos. Ahora, el precio de este tipo de petróleo se acerca a los 70 dólares.
La recuperación del petróleo
"Un año después esto parece una escena de un mundo diferente. Los precios del petróleo se han recuperado por completo de la caída... El enorme exceso de inventarios que provocó el colapso de los precios hace un año se ha eliminado casi por completo. Un papel importante en esto han sido los recortes masivos de producción implementados por la OPEP + y los productores de petróleo de esquisto de Estados Unidos", explican los economistas de Commerzbank en una nota para clientes.
Los economistas de JP Morgan señalan en una nota uqe el aumento de la demanda va a suponer que los inventarios sigan disminuyendo incluso cuando la OPEP+ devuelva al mercado dos millones más de barriles por día. "Nuestro modelo indica que el impulso de la demanda estadounidense en el segundo trimestre debería alinear los inventarios de la OCDE con sus promedios de 2015-2019 en abril, un mes antes de lo que esperábamos anteriormente".
En la primera quincena de abril, la actividad en las carreteras estadounidenses superó el nivel de hace dos años. Esta es una prueba de que la vida vuelve casi a la normalidad cuando se levantan las restricciones.
Subida más cíclica que estructural
"La tesis de un rebote que está pendiente de la actividad de ocio y viajes está recibiendo cierta confirmación. Vemos que los precios del petróleo se moverán mucho más allá de los 70 dólares por barril hacia mediados de año. Dicho esto, el rally alcista del petróleo parece cíclico, no estructural", .
El petróleo está subiendo con fuerza a medida que reabren las economías avanzadas, pero esto no quiere decir que el crudo vaya a recuperar la relevancia del pasado. Todo hace indicar que este rebote es más cíclico que otra cosa. A medio plazo, la electrificación de la economía y el mayor uso de energías renovables debería ir restando cuota de mercado al petróleo.
Además, aunque ahora mismo parece que es la demanda la que está ganando el pulso en el mercado de petróleo, en pocos meses la producción de shale oil de EEUU podría crecer en varios cientos de miles de barriles por día. Por otro lado, las conversaciones con Irán para reanudar el pacto nuclear podrían devolver al petróleo iraní a los mercados internacionales, generando una tormenta perfecta por el lado de la oferta.