
El bitcoin se ha convertido en la estrella de los mercados en los últimos meses. Tras revalorizarse más de un 800% en el último año, la criptodivisa parece contar cada vez con un mayor apoyo entre inversores pequeños e institucionales. Pese a todo, el camino para este activo digital no va a ser fácil: debe enfrentarse a la negativa de muchos bancos centrales y reguladores que ven en el bitcoin un enemigo. Por ejemplo, Turquía ha anunciado que prohibirá el pago con criptodivisas.
Decisiones como las de Turquía pueden poner baches en el rally del bitcoin, que por ejemplo esta jornada corrige un 3% y cae hasta los 60.000 dólares. Sin embargo, el bitcoin y otras criptomonedas cuentan con varias fuerzas a su favor, según revelan desde Citigroup.
El valor de mercado total de las criptomonedas se ha más que triplicado desde su pico anterior en 2017 y el interés de búsqueda está aumentando constantemente. El bitcoin ha liderado este incremento, representando aproximadamente dos tercios de la capitalización total de este mercado.
Un apoyo más extenso
"A diferencia de 2017, cuando la actividad del bitcoin estaba principalmente impulsada por inversores minoristas, los inversores institucionales globales y las empresas están mucho más involucrados en el rally 2020-21", sentencian los economistas del banco americano en un nuevo informe.
Si bien la mayoría de los banqueros centrales expresan escepticismo sobre las criptomonedas privadas, sus precios han aumentado rápidamente desde finales de 2020, llevando al bitcoin a alcanzar su máximo histórico esta misma semana.
Según los expertos de Citigroup, el fuerte auge del bitcoin se debe a esa mayor aceptación por inversores institucionales y minoristas, pero también a otros tres propulsores que han sido claves en el rally del bitcoin.
Otros propulsores del precio
"El fuerte aumento de los precios se puede atribuir al crecimiento de la oferta monetaria (M0 y M1); a las personas/inversores que buscan mover el dinero desde los bonos a activos con más riesgos (por ejemplo, acciones, criptomonedas); y a la degradación de la moneda convencional basada en la narrativa de que el dólar estadounidense puede perder valor a medida que el banco central imprime más dinero", explican desde el banco americano.
Los bancos centrales han estado inyectando dinero en la economía desde marzo de 2020 en un intento por minimizar el impacto de la crisis del covid-19. Hasta la fecha, esa liquidez inyectada se ha movido por los mercados, levantando los precios de bonos, acciones y también criptomonedas.
Por otro lado, a medida que los bancos centrales inyectan más dinero y bajan los tipos de interés, los activos tradicionales como los bonos pierden atractivo en términos de rentabilidad de cupón. Los inversores empiezan a reasignar sus recursos hacia activos de mayor riesgo como las acciones o las criptomonedas.
Por último, el miedo a que el dólar y otras divisas pierdan su valor por la impresión masiva de dinero, lleva a los inversores a refugiarse en activos como las criptomonedas, cuyo comportamiento es similar al de las materias primas, pero además tienen la ventaja de que son admitidas para hacer ciertos pagos, aunque aún de forma muy limitada.
Una mayor aceptación por los inversores institucionales, la liquidez que inunda el mercado, la búsqueda de riesgo de los inversores y el miedo a la depauperación del dinero tradicional están impulsando al bitcoin, que se encuentra inmerso en un rally que parece diferente al de 2017, según Citigroup.