Tras el rally alcista que impulsó a los valores de renovables puros en la recta final de 2020, el sector de energías limpias ha perdido lustre en los primeros meses del año. El S&P Global clean energy, en el que se incluyen hasta ahora 30 firmas, entre las que se encuentran compañías españolas Solaria y Siemens Gamesa, cae cerca de un 17% en lo que llevamos de año. Sólo dos valores, la china Daqo New Energy y la británica Atlantica Sustainable Infraestructure escapan de las pérdidas anuales.
Una limitada composición que está a punto de cambiar, ya que para reducir la concentración y mejorar la liquidez, S&P Dow Jones Indices ha decidido ampliar la composición del índice de energías limpias de 30 hasta un máximo de 100 firmas para reflejar el cambiante conjunto de oportunidades. Los primeros cambios, con la incorporación de 52 nuevos valores entrarán en vigor el próximo 19 de abril.
Con este cambio, los expertos esperan que se normalice la situación que se ha producido en los últimos tiempos, en la que la falta de liquidez ha propiciado que todo ese dinero "perseguía más o menos a 30 empresas, algunas de ellas con un free float limitado", destaca Lueder Schumacher, jefe de análisis de utilities de Société Générale en declaraciones recogidas por S&P Global.
"La principal preocupación era que los inversores en tecnologías limpias estaban invirtiendo indiscriminadamente en las pocas renovables que hay", dijo Elchin Mammadov, analista principal de servicios públicos de Bloomberg Intelligence.
Desde Bank of America consideran que la burbuja renovable ha estallado acuciada por la preocupación por la competencia de las petroleras y la subida de los tipos de interés. Sin embargo, consideran que "tras volver a tierra –el índice cotiza en niveles de diciembre– el sector vuelve a ofrecer un atractivo potencial alcista: vemos un importante potencial alcista en valores como las portuguesas EDP Renovavéis, EDP, la alemana RWE, la escocesa SSE y Solaria".
