
Cuando se cumple un año del crash provocado en los mercados por la crisis del coronavirus, el debate sobre si este año las acciones valor ganarían sobre las growth parece tener un claro vencedor, por el momento, ya que el MSCI World Value gana un 5,22% desde enero mientras que el MSCI World Growth cae un 1,41%. Si esto sigue así 2021 podría convertirse en el primer año desde 2016 en el que las acciones valor consiguen dar más rentabilidades que las de crecimiento. Aunque que el value lo haga mejor que el growth el siguiente año del estallido de una crisis económica de tal calibre no es nada nuevo, ya que ha pasado en 4 de las últimas 5 recesiones.
La inversión growth se refiere a empresas en fase de expansión que pueden continuar creciendo de forma significativa en los años siguientes, caracterizadas por un alto crecimiento del BPA (beneficio por acción) a largo y corto plazo. Por otro lado, las empresas value forman parte de sectores más estables y recurrentes pero con crecimientos más limitados como son las eléctricas, concesiones, autopistas o alimentación y que se considera que tienen un mayor atractivo que el reconocido por el mercado.
Pese a la mencionada tendencia de que las acciones de valor lo suelen hacer mejor que las de crecimiento durante el año siguiente del estallido de una recesión, en el crash de 2008 esta estadística no se cumplió. En 2009 el el MSCI World Growth ganó un 30,9% el value lo hizo en menor medida, un 23,04%. Tras el estallido de la crisis de la burbuja puntocom, en el 2000, el siguiente año el índice de referencia para las acciones de crecimiento cayó un 20,14%, el selectivo value también mostró un recorrido negativo pero menor, del 16%.
"Dicho estilo suele despuntar al inicio de un nuevo ciclo económico"
El fin de la Guerra Fría, el shock del petróleo y otra serie de factores generaron una recesión que estalló en 1991, en el siguiente ejercicio ambos índices retrocedieron, pero las acciones valor lo volvieron a hacer mejor, cayeron un 6,25% mientras que las de crecimiento retrocedieron un 7,7%. En 1982 el PIB mundial se contrajo un 1,3% a causa de una recesión global provocada por la crisis energética de finales de los años 70 junto con el estallido del problema de la deuda latinoamericana. Un año más tarde, en el 1983 el MSCI World Value ganó un 21,8%, mientras que su contrincante solo lo hizo un 15%.
La recesión de 1975 puso fin a la recuperación económica que se dio tras la Segunda Guerra Mundial, esta recesión estuvo caracterizado por una alta inflación. En el 1976 las acciones valor ganaron un 16,9%, las de crecimiento repuntaron menos, un 4,3%.
Álvaro Cabeza, experto del banco de inversión suizo UBS, confía en que esta tendencia se cumpla este 2021 y el value vuelva a mostrar fortaleza. El analista asegura que este es el posicionamiento que históricamente ha funcionado bien en un entorno de ciclo inicial en el cual se incluye la debilidad del dólar estadounidense.
Peter van der Welle, estratega de Robeco, comparte dicha opinión, "Prevemos que los títulos value sigan sobresaliendo en 2021, dicho estilo suele despuntar al inicio de un nuevo ciclo económico, aunque nuestro modelo de ciclo económico sigue anticipando una ralentización de la actividad, prevemos que pronto entrará en una fase de recuperación muy rápida" asegura Peter.
"Los múltiplos de PER de los títulos growth son dos veces superiores a los de los títulos value"
El experto afirma que uno de los factores que juega a favor de esta inversión para el siguiente año es que los títulos value están increíblemente baratos frente a sus homólogos growth después de tantos meses de castigo durante por la pandemia. "Los múltiplos de PER (veces que el beneficio previsto está recogido en el precio de la acción) de los títulos growth son dos veces superiores a los de los títulos value, en promedio, el diferencial de valoración entre valor y crecimiento es excepcional, el factor valor debería tener rendimientos superiores a la media histórica a medio y largo plazo, superando así a su contrincante", estima Peter.
Además, el experto señala que el aumento del rendimiento del bono estadounidense favorecerá que las value lo hicieran "Las curvas de rentabilidad de los bonos suelen aumentar al final de las recesiones, al exigir los inversores una mayor compensación de mercado por el riesgo de crecimiento. En el pasado, los títulos value normalmente han repuntado frente a los growth, al aumentar aún más las curvas al inicio de la recuperación", asegura el estratega
Por último, el estratega de Robeco también apunta que la política fiscal acomodaticia, facilitada por las medidas tomadas por los bancos centrales, ha tenido dos consecuencias importantes para la inversión value: "En primer lugar, la mayor emisión de deuda ejerce una presión al alza sobre las rentabilidades, lo que beneficia a los segmentos de la renta variable menos sensible a los tipos de interés, como los títulos value. En segundo lugar, si el gasto público es eficaz, se produce un efecto multiplicador positivo en la economía real, lo que beneficia más a los títulos sensibles al crecimiento económico, como los value".