
El mercado lleva años esperando que Indra vuelva a retribuir a sus accionistas. Cuando las circunstancias parecían favorecer que esto ocurriera, al inicio del año pasado, llegó la pandemia y dio al traste con las expectativas de volver a ver pagos de la compañía presidida por Fernando Abril-Martorell.
No obstante, ya son muchos los analistas que creen que se dan las condiciones oportunas para que 2021 sea el año en el que Indra recupere su compromiso con los inversores y reparta, al menos una parte, de su beneficio. "Esperamos que el plan de acción y la progresiva recuperación macro permita una mejora que a nivel operativo debería ser significativa, mejorando los ingresos, el ebit y la generación de caja, lo que acarrearía un descenso del endeudamiento y les permitiría volver a pensar en retribuir al accionista", explican desde Renta 4. De igual forma, Manuel Lorente, analista de Mirabaud, señala que "es muy probable que lo anuncie en la próxima presentación de resultados o Junta de Accionistas porque siempre se comprometió a hacerlo cuando se diera una normalización de los resultados". Juan Ros, de Intermoney Valores, se muestra algo más comedido "porque aunque debería hacerlo, ha encontrado algunas dificultades en las tramitaciones del ERE y los ERTEs y, además, la presencia del Estado en su accionariado tampoco lo favorece".
En los últimos 30 años, el payout medio de Indra ha sido del 40,6%, aunque ha habido años en los que se ha llegado al 80%, como 2006, y otros en los que se quedó en torno al 20%, como en el ejercicio 1999. En los cuatro últimos años en los que retribuyó a los accionistas (de 2010 a 2013) osciló entre el 38 y el 48% el porcentaje del beneficio neto destinado al pago de dividendos.
Si Indra decidiese restablecer el dividendo y alcanzar este 40,6% de payout con respecto a los resultados de 2021, repartiría 47,5 millones de euros entre sus tenedores (el consenso de analistas que recoge FactSet prevé unas ganancias para este ejercicio de 117 millones), con lo que el dividendo por acción rondaría los 0,27 euros, que es precisamente la cuantía de los dos últimos pagos que hizo en 2012 y 2013. Si esto fuera así finalmente, a precios actuales ofrecería una rentabilidad del 3,6%.
No obstante, todos los analistas consultados coinciden en que en un primer momento, si Indra retornase a la senda del dividendo, lo haría con un payout inferior que le permitiera ser algo más conservador en esta primera fase de recuperación. Desde Mirabaud apuntan que oscilaría entre el 25 y el 30%, al igual que opinan en Sabadell e Intermoney. De repartir un cuarto de su beneficio, el dividendo por acción estaría entre los 0,16 y el 0,17 euros, algo más de un 2% de rentabilidad teniendo en cuenta el precio actual de sus títulos.
Cayó un 50% tras el Covid
A finales del mes de febrero del año pasado, los títulos de Indra cotizaban en el entorno de los 10 euros. Con el inicio de la crisis provocada por el Covid y sus consecuentes caídas en bolsa, la compañía española llegó a dejarse más de un 50% hasta que en octubre tocó mínimos no vistos desde 2002, cerca de los 5 euros. Desde, entonces, pese a que ha recuperado un 40%, todavía ha perdido más de un 30% de su valor.
"Rotundamente creo que se le ha penalizado en exceso y en la medida que demuestren que han sido capaces de generar caja y no aumentar su endeudamiento deberían rebotar", arguye Bolumburu. La media de los expertos que la siguen calculan un precio objetivo de cara a los próximos 12 meses de 8,7 euros, por lo que tiene un potencial alcista de casi el 24% desde los niveles actuales.
Asimismo, el 70% de estos analistas recomienda comprar sus títulos, mientras que el resto se divide entre los que sugieren mantenerlos y los que optan por venderlos, con lo que se sitúa como una de las mejores recomendaciones de todo el Ibex 35.
La pandemia ha traído consigo importantes retrasos en proyectos, especialmente en el segmento de Transporte y Defensa, que hará que el margen del grupo se resienta a corto plazo al ser el negocio más rentable. "Dicho esto, tanto la cartera de pedidos como los niveles de cartera/ventas se encuentran en niveles récord de la compañía, lo que unido a la previsible reactivación de las inversiones del propio gobierno de España y la implementación de su plan de ahorro de costes, deberían aportar crecimiento una vez se solventen los problemas coyunturales", explican desde Intermoney Valores.
El próximo 26 de febrero la compañía anunciará sus resultados del ejercicio 2020, en el que se espera que reporte un beneficio neto de 23,7 millones de euros, un 80% menos que en 2019.
Los bajistas
Indra siempre ha tenido bajistas en su accionariado y aunque ahora solo se conozcan las posiciones que superan el 0,5% del capital, sigue siendo la tercera firma de toda la bolsa española con un mayor porcentaje de títulos en manos de aquellos que apuestan a favor de una caída bursátil. En concreto, según los datos compilados por Bloomberg, hay dos grandes fondos posicionados en corto, que son Immersion Capital, con un 1,8% de las acciones, y Fosse Capital Partners, con un 0,7%. En total, un 2,5% declarado, solo por detrás de Audax Renovables y Sabadell.
En el caso de Immersion Capital, justo esta semana se ha sabido que han reducido esta participación en más de un 8%. Llegó a tener en su poder un 2,36% a mediados de diciembre y desde ahí lo ha ido reduciendo progresivamente a medida que la acción recuperaba terreno. Recientemente había tenido otros fondos bajistas como BlackRock UK, Voleon o Ako Capital, que se han quedado por debajo del umbral del 0,5%.