Los mercados emergentes ofrecen una de las mayores oportunidades de inversión en 2021. Este fue uno de los mensajes más repetidos en los informes lanzados por los bancos de inversión a finales del año pasado, en los que detallaban su posicionamiento para el presente ejercicio. Solo un mes después, la última encuesta de Bank of America refleja que el 62% de los gestores sobrepondera estos mercados en sus carteras, cifra que por sí sola no dice nada pero que es la más elevada de la historia. Dentro de las bolsas emergentes, la que ha tomado la delantera con sus subidas es la rusa. Desde que el mercado empezó a recuperarse, a principios de noviembre, tras el anuncio de Pfizer, ésta repunta más de un 19%, más que ningún otro parqué emergente. Solo en lo que va de año suma más de un 5%, un porcentaje que solo supera, y por poco, la bolsa de China.
El buen comportamiento de su mercado se articula en torno a dos pilares. El primero, relacionado con el mantra de que las bolsas se mueven por expectativas, es que Rusia fue el primer país en el mundo en registrar una vacuna contra el Covid, en agosto del año pasado. La Sputnik V, bautizada así por el Gobierno en honor al primer satélite puesto en órbita por la Unión Soviética, empezó a ser suministrada a la población de riesgo en diciembre, para empezar la vacunación masiva en enero. Las autoridades esperan poder vacunar al 60% en el primer año, para acercarse, así, a la anhelada inmunidad de rebaño.
Además de ésta, que ya ha solicitado a las autoridades europeas su registro en Europa, Rusia ha desarrollado una segunda vacuna: la EpiVacCorona, que dice tener una eficacia del 100% frente al Covid según los ensayos clínicos, y tiene en camino una tercera, llamada ChuVac, que podría empezar a producirse en serie a partir de febrero.

La economía rusa tampoco escapó de la pandemia el año pasado, su PIB se contrajo un 3,8%, según Bloomberg, pero se espera que este año vuelva a crecer, un 2,9%, gracias al efecto positivo de la vacunación, pero también a la recuperación del precio del petróleo -del que Rusia es una de las economías más dependientes-. Aunque el crudo aún se enfrenta a una demanda frágil, en opinión de Rune Kaland, Portfolio Manager de DNB Asset Management, "la vacuna y la reapertura de la economía provocarán un aumento de esta, probablemente más rápido de lo que cree el consenso. La demanda de petróleo en China supera ahora los niveles anteriores a la crisis de la Covid. Puede que no ocurra tan rápido en el mundo occidental, pero hay una enorme demanda acumulada de viajes y ocio que será visible cuando la vacuna alcance cierto nivel, probablemente antes de este verano. Sin embargo, los precios del petróleo a corto y medio plazo están en manos de la OPEP+". Después de que el de referencia en Europa, el Brent, llegase a valer poco más de 19 dólares en el mercado el año pasado, ahora cotiza en torno a los 56 dólares por barril, mientras que el de referencia en Estados Unidos, el West Texas, se intercambia a 53 dólares.
Cómo invertir en Rusia
Además de la compra directa de acciones, otra forma de tomar posiciones en el mercado ruso es a través de fondos de inversión. Existen un buen puñado al alcance del inversor minoritario español, denominados en euros, aunque debe tenerse en cuenta que una parte significativa exige comisión de entrada, lo que resta algo de atractivo.
El que más avanza en lo que va de año, entre los accesibles al particular, se llama AS SICAV I Russian Equity X Acc EUR, que consigue una rentabilidad superior al 8%, en línea con Pictet-Russian Equities R, el segundo más rentable. La aportación inicial a ambos productos es de 1.000 euros.