
El mercado afronta las últimas sesiones del año con una agenda despejada en la que solo destacan la posible aprobación del paquete de estímulos en EEUU y los índices de confianza del consumidor. Unos indicadores que se espera que se muestren dañados por las nuevas restricciones.
Las expectativas de una fuerte recuperación económica que se están descontando en el mercado desde finales de octubre por los anuncios sobre las vacunas contra el coronavirus están todavía lejos de mejorar la confianza de los consumidores europeos. La pandemia está golpeando con fuerza a países del peso de Alemania o Estados Unidos y los expertos esperan que este agravamiento de la crisis sanitaria y el riesgo de que ralentice la vuelta a la normalidad se traslade a los indicadores de sentimiento.
El lunes 21 de diciembre se publicará el última dato del índice de confianza del consumidor de la eurozona y se prevé que retroceda hasta mínimos no vistos desde junio. Un día después, el martes 22 de diciembre, se hará público el índice de clima del consumo de Alemania de cara a enero y se estima que saldrá también en niveles no vistos desde julio.
Estas son las cifras más destacadas de una agenda semanal bastante despejada para el mercado, en un momento en el que inversores y analistas piensan ya en 2021, sin descartar un rally de Navidad que dé continuidad a las últimas subidas de las bolsas. La clave para Hans-Jörg Naumer, director de análisis de Allianz Global Investors, es "no hacer nada", aunque la aprobación de un nuevo paquete de estímulos en EEUU podría ser clave.
"Las políticas fiscales y monetarias han despertado ilusiones en todo el mundo, aunque todavía está por ver hasta qué punto estas ilusiones responderán a las promesas", advierte el experto, quien considera que, "efectivamente, a pesar del desarrollo de las vacunas, aún nos encontramos lejos de la normalidad, como demuestran, entre otros, los segundos confinamientos estrictos que acaban de adoptarse en Alemania, Reino Unido y los Países Bajos".
Sobre el comportamiento de los consumidores, Yves Bonzon, de Julius Baer, observa que "otra sorpresa que nos deja 2020 ha sido la evolución de los flujos de efectivo de los hogares en Europa y en los Estados Unidos". Según opina, "la rápida reacción política en marzo y abril evitó un shock de riqueza negativo; además, las ayudas públicas han compensado (en algunos casos, superado) los ingresos perdidos por la destrucción de puestos de trabajo y, mientras tanto, el gasto de los hogares disminuyó drásticamente a medida que las economías se sumergían en el confinamiento".
"Es interesante notar que esta situación ha tenido una consecuencia imprevista: un nivel récord de efectivo en los balances de los hogares: la tasa de ahorro se ha disparado y prevemos que, una vez que el virus esté controlado y la vida regrese a la normalidad, este dinero se gaste, lo que podría desencadenar un breve boom económico", continúa el analista del banco suizo.
"No se puede esperar más, la rentabilidad ya está decidida; en cualquier caso, esto significa que mejor no hacer nada y disfrutar de la Navidad; eso basta y en 2021 ya habrá suficientes temas de los que preocuparse", concluye Hans-Jörg Naumer, de Allianz.