Las discrepancias entre las previsiones de los analistas para Wall Street se han desbocado como ningún año para 2021. El único consenso que existe es sobre las vacunas, que impulsarán a la economía de EEUU, pero su impacto en el mercado no está claro. Los pronósticos más optimistas esperan un repunte del S&P 500 del 20%, mientras los más pesimistas contemplan un año casi estanco para la bolsa americana.
La dispersión de previsiones para el próximo año alcanza un grado de dispersión difícil de encontrar en otros ejercicios. El más optimista de los analistas de Wall Street, Dubravko Lakos-Bujas de JP Morgan, predice que el regreso a la normalidad provocado por las vacunas generará un repunte del 20%, con el S&P 500 terminando el próximo año en 4.400. Pero los más pesimistas, como Tobias Levkovich de Citigroup y Savita Subramanian en Bank of America, contemplan que la recuperación económica ya está descontada por el mercado y ambos pronostican que el S&P llegará a 3.800 puntos, lo que supone apenas un avance del 3,7%.

Tal disparidad de escenarios solo tiene precedentes cuando se deja un año caótico con marcada volatilidad. A pesar de la caída de las ganancias corporativas en 2020, la mayoría de inversores han vuelto al mercado, desde los hedge funds hasta los pequeños, alentados por las noticias sobre vacunas y el respaldo de la Reserva Federal. El S&P 500 se ha revalorizado alrededor de un 63% desde su mínimo marcado en marzo. El índice cotiza con un PER 22, se está pagando 22 veces el beneficio anual esperado por acción, el más elevado desde el año 2000 cuando estalló la burbuja puntocom.
Por fundamentales la bolsa americana está muy cara."Estamos en un territorio desconocido", indica Eric Diton, presidente de The Wealth Alliance, Bloomberg. "Las valoraciones son altas y las tasas de interés están en mínimos que nunca habíamos visto. Muchos de los modelos que hacen los analistas no funcionan realmente cuando estamos en extremos".
El consenso de Bloomberg apunta a que el S&P 500 alcance los 4.035 en los próximos 12 meses. Tal como está ahora, la ganancia estimada del 10% es la segunda mejor desde que comenzó el último mercado alcista en 2009. Pero por muy optimista que parezca, el pronóstico es solo un poco mayor que el rendimiento anual promedio del S&P a lo largo del tiempo, que se sitúa en el 9,5%.
"Hemos tenido una apreciación bastante significativa y eso está haciendo que la gente se sienta optimista", señala Giorgio Caputo, gerente de fondos senior de J O Hambro Capital Management. "No parece que los analistas estén prestando mucha atención al riesgo de una corrección y ese es siempre el entorno en el que debes tener cuidado a la hora de hacer pronósticos".
Salvo una ola de ventas de última hora, 2020 está a punto de ser otro año en el que las previsiones se las ha llevado el viento. Hace doce meses, la mayoría advertían sobre el riesgo de una repetición electoral y una escalada de las tensiones comerciales, nadie contempló la aparición del virus. El promedio situaba al S&P 500 en 3.280 puntos al final de año. El índice cotiza un 12% por encima de las expectativas.
Nadie había tenido en cuenta la pandemia que hundió las acciones en un mercado bajista antes de que las ayudas fiscales y monetarias impulsaran un repunte sin precedentes. Inicialmente estuvo dominado por las acciones de tecnología, compañías que atienden la demanda de quedarse en casa durante los confinamientos. Con la seguridad de que varias vacunas terminarán por controlar el virus, desde las empresas de pequeña capitalización hasta las energéticas y las aerolíneas, se están beneficiando de un retorno a la actividad económica normal.
A ojos de JP Morgan, el mercado se dirige hacia un escenario de "nirvana" en el que las acciones subirán ampliamente a medida que la economía se acelere. Levkovich, analista de Citi, no está de acuerdo y dice que es probable que la rotación de acciones tecnológicas hacia posiciones value frenará el S&P 500.
"El problema con el S&P 500 y las expectativas es que ya no es un índice de base amplia", explica Bryce Doty, gestor de Sit Fixed Income Advisors . "Son dos índices diferentes en uno: está la tecnología y todo lo demás. Solo la tecnología se ha disparado a alturas astronómicas, el resto del índice no", explica el experto. "¿De dónde vendrá el dinero para impulsar el S&P?", se pregunta el analista. "Viene de liquidez al margen del mercado o no quedará más remedio que vender tecnología", subraya para enfatizar que si hay una rotación masiva dentro del S&P, el índice a final de año, quedará plano.