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Powell y Mnuchin ofrecen realidades opuestas sobre la recuperación a los senadores de EEUU

  • El presidente de la Fed defiende los programas de emergencia puestos en marcha
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin. Foto: Reuters.
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El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, han ofrecido perspectivas contrapuestas a los desafíos que enfrenta la economía de Estados Unidos en los próximos meses. Ambos funcionarios comparecen ante el Comité Bancario del Senado como parte de la actualización de la marcha del país ante el azote de la pandemia de coronavirus y la aprobación a finales de marzo de un plan de estímulo de más de 2 billones de dólares.

El capitán del banco central estadounidense ha defendido una vez más ante los legisladores la decena de programas de emergencia puestos en marcha por la Fed desde el pasado marzo con la intención de garantizar el flujo de crédito a empresas y consumidores.

"Nuestras facultades de préstamos de emergencia requieren la aprobación del Tesoro y están disponibles solo en circunstancias muy inusuales, como las que nos encontramos hoy" dijo Powell señalando que no cree que las condiciones hayan vuelto a la normalidad.

De hecho recalcó cómo "estos programas sirven como respaldo a los mercados crediticios y han ayudado a restaurar el flujo de crédito de los prestamistas privados a través de los canales normales", insistiendo en que la institución que preside ha desplegado poderes crediticios "sin precedentes".

Es importante recordar cómo Mnuchin pidió recientemente a la Fed que deje expirar a partir del próximo 31 de diciembre buena parte de estos programas. El Congreso, a través del paquete de estímulo aprobado el 27 de marzo, derivó 455.000 millones de dólares al Departamento del Tesoro para respaldar la capacidad de los préstamos de la Fed. Mnuchin puso 195.000 millones de dólares a disposición de cinco de las facilidades de crédito que cerrarán a finales de este año.

Es el caso de dos de los programas que permiten al banco central de EEUU comprar bonos corporativos, así como el Programa de Préstamos a Main Street, que está dirigido a pequeñas y medianas empresas. Éste último ha contado con baja aceptación dadas las complicaciones derivadas de su puesta en marcha. La Fed también prometió comprar hasta 750.000 millones de dólares en deuda de grandes empresas con grado de inversión pero hasta el pasado miércoles solo había absorbido alrededor de 13.500 millones de dólares.

No obstante, el secretario del Tesoro pidió que, con mucha precaución, el banco central mantenga en funcionamiento la Facilidad de Financiación de Papel Comercial (CPFF, por sus siglas en inglés) y la Facilidad de Préstamos del Mercado Monetario (MMLF, por sus siglas en inglés), ninguna de las cuales requiere la aprobación de la Fed, así como la Facilidad de Liquidez del Programa de Protección de Nóminas (PPPLF, por sus siglas en inglés).

Incertidumbre sobre la vacuna

Powell apuntó que la incertidumbre todavía pesa sobre la recuperación a pesar de las expectativas de las potenciales vacunas en marcha. También mencionó los peligros económicos derivados del repunte de infecciones por covid-19 y los riesgos persistentes para la prosperidad económica.

"De momento persisten importantes desafíos e incertidumbres, incluidos el tiempo, la producción y la distribución, y la eficacia en los diferentes grupos", manifestó el presidente de la Fed al referirse a las vacunas. Es por ello que considera que "sigue siendo difícil evaluar el momento y el alcance de las implicaciones económicas de estos desarrollos con algún grado de confianza".

Por su parte, Mnuchin exaltó la fuerza de la recuperación económica pero culpó a los continuos cierres económicos en algunas partes del país de perjudicar el progreso y causar un "gran daño" a las empresas y trabajadores estadounidenses.

Con respecto a los programas de préstamos, Mnuchin volvió a insistir en su llamamiento para que los 455.000 millones de dólares que se recuperarán de parte de los programas de emergencia de la Fed se reasignen como parte de un nuevo proyecto de ley de estímulo.

"Sigo creyendo que un paquete fiscal específico es la respuesta federal más apropiada", apostilló Mnuchin, que también reconoció que la Administración de Donald Trump "está lista para apoyar al Congreso en este esfuerzo por ayudar a los trabajadores estadounidenses y las pequeñas empresas".

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