
El equipo de análisis de S&P Global, una de las principales agencias de calificación de deuda del mundo, ha anunciado este viernes que rebaja el rating de Telefónica al nivel BBB-/A-3 desde BBB/A-2. Este cambio de posición significa que la deuda de la teleco española está un peldaño por encima del bono basura o, lo que es lo mismo, está a un paso de quedarse sin grado de inversión.
En contraste con la anterior expectativa de mejorar la métrica del crédito ajustado en 2020, y un retorno a niveles adecuados en 2021-2022, el equipo de análisis de S&P Global ha anunciado su previsión de que las métricas de Telefónica se deteriorarán este año, a causa de unos ingresos y unos beneficios más bajos, impulsados por unos ingresos de servicios más débiles que el año pasado como consecuencia de la pandemia y de los movimientos de divisa adversos que afectan a las contribuciones del negocio latinoamericano.
Al margen de la mejora en la generación de caja ya registrada en el tercer trimestre del año, con 1.579 millones de euros, la compañía de telecomunicaciones tendrá cierto respiro en el futuro inmediato gracias a la mejora del negocio en sus cuatro mercados clave, cuya recuperación comienza a hacerse notar a golpe de la mejor dinámica comercial.
La filial española, por ejemplo, pondrá en valor desde el próximo año sus servicios de 5G, para entonces con una cobertura superior al 90%, y prevé consolidar el buen rendimiento de los márgenes, con un churn (tasa de desconexión) controlado y un previsible repunte de los márgenes de la mano de los clientes de mayor valor.
Telefónica pone en valor que cuenta con 100.000 millones de dólares de activos y tiene más activos en infraestructuras que cualquier otra empresa de telecomunicaciones
También se aguardan noticias alentadoras de Telefónica desde Brasil, con dos frentes abiertos que podrían ayudar a la teleco a mejorar su calificación crediticia en el medio y largo plazo: por un lado, la integración parcial del operador brasileño Oi en las operaciones de Vivo y, por otro lado, una posible mejoría del tipo de cambio del real frente al euro.
Junto a todo lo anterior, las miradas de los analistas apuntan al Reino Unido, donde O2 UK trabaja con los organismos regulatorios y de competencia para integrarse con la filial británica de Liberty Global, una vez recapitalizada en 5.700 millones libras y con incrementos de clientes en todos los segmentos del mercado.
En el capítulo de la deuda financiera, el operador cerró el pasado septiembre con un apalancamiento de 36.676 millones, lo que supuso una reducción de 525 millones respecto al dato de finales del pasado junio.
En esa evolución lastró la retribución al accionista (por importe de 631 millones de euros, incluyendo el pago de cupones de instrumentos de capital, así como el coste de las bajas incentivadas en la plantilla, valorado en 204 millones de euros. Ahora bien, en un entorno de tipos de interés bajos como el actual, el grupo anunció el pasado mes la refinanciación de un total de 16.716 millones de euros de deuda, por lo que extiende la vida media de los créditos a 10,9 años.
Asimismo, "los vencimientos de la deuda de Telefónica están cubiertos por encima de los próximos dos años", una vez que la teleco mantiene una posición de liquidez de 22.425 millones de euros a finales del pasado septiembre.
Desde Telefónica señalan a este periódico que "tras el cambio de outlook ]previsiones] anunciado el pasado abril, es algo que podía pasar". En primer lugar, destacan que se mantiene el grado de inversión. En segundo lugar, recalcan que la deuda neta se ha reducido hasta 36.700 millones d euros a cierre de septiembre (-1.100 millones frente al cierre de 2019), al tiempo que el coste de la deuda se ha reducido al 3,15% y los niveles de liquidez se han elevado de forma constante, hasta los 22.400 millones de euros.
Asimismo, ponen en valor que cuentan con 100.000 millones de dólares de activos y más activos en infraestructuras que cualquier otra empresa de telecomunicaciones, duplicando la escala de Telxius en cuatro años y con la mayor red FITH. Además de una generación de efectivo que alcanzó los 1.600 millones de euros en el tercer trimestre, un 13,2% más que en el mismo periodo del año anterior, con el objetivo de alacanzar los 4.000 millones de euros al término del ejercicio.