
Los inversores europeos no se han quitado todavía el susto del cuerpo, como demuestran los datos de flujos netos en fondos de inversión. Los fondos monetarios se han convertido en el activo preferido para dejar aparcado el dinero y ya acumulan 211.300 millones de euros en el año, con datos hasta septiembre de Refinitiv. Un volumen que para esta firma muestra la incertidumbre que planea sobre los mercados desde que se extendió la pandemia a los países europeos y sus consecuencias sobre la economía.
Esta cifra representa algo más del 70% de las suscripciones netas totales, un porcentaje elevado teniendo en cuenta que la cuota de mercado de estos productos solo es del 13% respecto al total de vehículos de inversión europeos. Los fondos monetarios denominados en euros han sido los que más han captado, con 105.500 millones, seguidos de los denominados en dólares, que han atraído 71.000 millones de euros.
Los inversores que quisieron introducir algo más de riesgo y apostaron por productos de más largo plazo se decantaron principalmente por los fondos de renta fija, que han captado 74.100 millones de euros, seguidos de los fondos de renta variable, que han acumulado 54.300 millones netos, y los fondos inmobiliarios, con 7.300 millones.
Esta mayor preferencia por los fondos de deuda también se ha dejado notar en los fondos cotizados, que en la categoría de renta fija han atraído 25.900 millones, mientras que los de renta variable solo han conseguido 17.500 millones de euros.
BlackRock sigue dominando el mercado europeo con casi 990.000 millones de euros en activos bajo gestión, seguido de Amundi, con 417.900 millones, y JP Morgan, con 393.000 millones. Estos volúmenes se han conseguido gracias al mayor interés en los fondos cotizados, que acaparan 35.000 de los más de 68.000 millones de euros en captaciones netas que ha tenido BlackRock hasta septiembre, de los que 26.700 millones han ido a parar a fondos monetarios.