
A poco menos de un mes para que Iberdrola presente un nuevo plan estratégico, Goldman Sachs se ha unido otras firmas de análisis exaltando la apuesta de la eléctrica por las energías verdes, elevando su precio objetivo hasta los 12,50 euros y reiterando su recomendación de compra.
Aunque la apuesta por las energías renovables no es ni mucho menos un objetivo nuevo para la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán, sí será otra vez la piedra angular de la nueva hoja de ruta que la firma presentará en noviembre.
Si a comienzos de esta semana era HSBC quien destacaban los progresos de Iberdrola en esta materia, "consolidando su equilibrada presencia mundial y reforzando su cartera de proyectos a medio plazo", la última entidad en sumarse a las alabanzas ha sido Goldman Sachs.
Los analistas del banco americano enumeran los tres factores que han llevado a la utility al lugar que ocupa actualmente en el radar de los inversores: un balance sólido, una amplia cartera de proyectos en desarrollo y la capacidad operativa para ejecutar esa cartera en activos en funcionamiento.
De esta forma, la firma pronostica que en 2023 el 90% de la su cartera estará compuesta por renovables y redes reguladas y le otorga un potencial del 12% desde precios actuales. Un precio objetivo que ya recoge el crecimiento limitado de las ganancias en el horizonte 2020-2023 por los vientos en contra que pueden suponer la depreciación de las divisas de los países donde tiene exposición y el descenso gradual de los precios de la energía cubierta y la caída de los rendimientos regulados de las redes británicas.
Pero la firma también destaca el momentum actual: "Estimamos que la implementación del Acuerdo Verde Europeo podría duplicar con creces las inversiones en redes eléctricas y renovables en la región. Además, la aplicación a nivel mundial de las políticas de emisiones y la ventaja de una estrategia de hidrógeno verde podría conducir a una expansión significativa".