
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) reconoce que la situación para el petróleo ha mejorado mucho desde abril, no podía de ser de otra forma, pues medio mundo estaba confinado. No obstante, la AIE avisa que tras el rebote inicial de la demanda, ahora "el camino por delante es traicionero en medio de los crecientes casos de covid 19 en muchas partes del mundo". La primera parte ha sido fácil, ahora habrá que ver qué pasa con la llegada del otoño, los rebrotes y los posibles confinamientos.
Con este sabor agridulce, la agencia ha recortado sus previsiones de consumo de crudo. La demanda mundial de petróleo caerá este año a niveles de 2013 debido a la pandemia de coronavirus, hasta 91,7 millones de barriles diarios, un descenso de 8,4 millones respecto a 2019.
La AIE reconoce que el sentimiento en el mercado se ha debilitado. Tras unos meses de euforia impulsados por el verano en el hemisferio norte, la recuperación económica y la casi vuelta a la normalidad en China, ahora el mercado se enfrenta a un camino "traicionero" y lleno de dudas por el covid-19.
"La incertidumbre creada por el covid-19 muestra pocas señales de disminuir. En Europa, el número de casos nuevos ha aumentado a medida que termina la temporada veraniega, aunque la tasa de hospitalizaciones y muertes es menor que la observada a principios de este año", señala el informe.
En el lado positivo está que "el número de casos en Estados Unidos está disminuyendo y la situación parece estar mejorando en Japón y Corea". Por el contrario, en varios lugares, la situación es preocupante y "estamos viendo confinamientos localizados".
Algunos países, por ejemplo Francia y el Reino Unido, han introducido medidas como la obligación de llevar mascarillas y las restricciones a las reuniones, y es posible que aún vayan más allá para combatir la pandemia.
"Estos hechos pesan mucho sobre la actividad económica y conducen a menores expectativas de recuperación de la demanda energética. El trabajo desde casa reduce la demanda, pero por otro lado el miedo a utilizar el transporte público lleva a muchos trabajadores a utilizar vehículos personales". Todo esto complica la realización de previsiones sobre el crudo, asevera la AIE.
La AIE advierte: "Esperamos que la recuperación de la demanda se desacelere considerablemente en la segunda mitad de 2020".
Esta fragilidad de la demanda se refleja en los precios del crudo, que han bajado en septiembre tras aumentar hasta finales de agosto, cuando la debilidad de los mercados financieros y el creciente exceso de barriles sin vender provocaron una caída este mes.
De los 46,16 dólares por barril a finales de agosto, los precios futuros del Brent se han situado por debajo de los 40 dólares por barril. El descuento de los precios físicos frente al de los futuros (estructura de contango) suele ser "un signo de debilidad del mercado", insiste el informe.
La acumulación de cargamentos sin vender, combinada con la caída de los fletes y un contango de precios cada vez más profundo, así como un exceso persistente de destilados, ha llevado a que varias empresas alquilen buques para el almacenamiento flotante de petróleo a principios de septiembre.