Madrid
La temporada de huracanes en Estados Unidos se intensifica durante el verano y este 2020 ha desembocado en la formación de un gran huracán, como suele ser habitual todos los años.
En la tarde del martes, la tormenta tropical Laura pasó a ser un huracán, según el Centro Nacional de Huracanes estadounidense, por la fuerza y la dimensión que había tomado en las últimas horas.
El aviso del Centro de que el huracán llegará a la costa del Golfo estadounidense el jueves ha forzado el cierre de las refinerías de la zona, que se están preparando para poder hacer frente a vientos con fuerzas superiores a los 180 kilómetros por hora, las más elevadas que se han visto en la temporada actual, que ya deja más de 50 muertos en el país americano.
El cierre de las refinerías en la zona ha tenido un impacto directo en la cotización del petróleo, tanto en Estados Unidos como en Europa, con el barril Brent europeo alcanzando este martes los 46 dólares por primera vez desde marzo, con una subida que llegó a ser de más del 2% durante la sesión.
El Texas toca máximos trimestrales
A su vez, el West Texas estadounidense batió los 43 dólares, también máximos de 3 meses. Desde los precios mínimos que tocó el Brent en abril, por debajo de 20 dólares, el barril europeo ha recuperado más de un 137% hasta este momento, y la estructura del mercado de futuros del barril sigue apuntando a que se producirán mayores subidas, con el contrato con vencimiento en un año, en agosto de 2021, cotizando ahora en los 48,5 dólares.
El cierre de las refinerías en la zona del Golfo estadounidense es muy significativo para los mercados del petróleo. Estados Unidos sigue siendo el país que más petróleo consume del mundo, y la zona del Golfo es donde se produce la mayor concentración de refinerías en el país, con más de 80% de la capacidad cerrada, según datos de Bloomberg, por las precauciones que se están tomando contra el huracán Laura.
