Bolsa, mercados y cotizaciones

El regulador europeo pide más transparencia a las cotizadas sobre el impacto del Covid-19

  • Pide que se cuantifique su impacto actual y cómo afectará al futuro
  • Insta a los auditores a "intensificar su función de supervisión"
El regulador pide más información en las cuentas

En los resultados del primer trimestre del año ya se ha podido intuir una pequeña parte del impacto que tendrá la crisis del coronavirus en las cotizadas de todo el mundo. Sin embargo, los datos más crudos se espera que lleguen en el segundo trimestre y desde la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) han pedido a las cotizadas de la región más transparencia en sus cuentas sobre el impacto que tendrá el coronavirus.

En una nota publicada el pasado viernes, el regulador del Viejo Continente destaca la "necesidad de que los emisores de los informes financieros proporcionen información actualizada de utilidad para los inversores, a fin de reflejar debidamente el impacto actual y previsto de la situación causada por el Covid-19 en la situación financiera, el rendimiento y los flujos de  efectivo de los emisores".

El regulador del Viejo Continente destaca la "necesidad de que los emisores de los informes financieros proporcionen información actualizada de utilidad para los inversores, a fin de reflejar debidamente el impacto actual y previsto de la situación causada por el Covid-19"

La extraordinaria situación vivida por el coronavirus ha hecho que los inversores estén a ciegas -la dispersión en las estimaciones de los analistas no era tan grande desde 2008- y que un número sin precedentes de compañías hayan retirado su guidance para 2020 ante la dificultad para hacer previsiones precisas.  

En este escenario, la ESMA también pide la colaboración de los auditores. "Dadas las complejidades del entorno actual, ESMA insta a los comités de auditoria a intensificar su función de supervisión, que es clave para contribuir a una elaboración de informes financieros semestrales de alta calidad".

Durante los últimos meses ya se han aplazado distintas juntas de accionistas y se ha contemplado la posibilidad de que los informes financieros se retrasen en su publicación. A este respecto, el regulador recuerda que las cotizadas deben publicar sus informes financieros semestrales a más tardar 3 meses después del final del periodo sobre el que se informa, si bien las medidas nacionales pueden señalar plazos distintos.

"ESMA reconoce que algunos emisores podrían considerar la posibilidad de publicar sus informes financieros semestrales más tarde del periodo habitual, sin perjuicio del cumplimiento de las obligaciones derivadas del Reglamento de Abuso de Mercado", señala el documento. Asimismo, indican que "el elemento clave a la hora de valorar esta cuestión seguirá siendo cumplir con el objetivo de proporcionar información puntual, relevante y fiable, sin retrasar indebidamente la publicación de información periódica".

Impacto actual y futuro

Más allá del evidente impacto que tenga en las cuentas del primer semestre, desde el regulador también se solicita un esfuerzo a las cotizadas para que revisen sus perspectivas a futuro y los supuestos sobre los que las mismas están construidas. 

"La pandemia ha generado incertidumbre en la actividad de la mayoría de las empresas y, como resultado, puede haber surgido un riesgo significativo de que se produzcan ajustes importantes en el valor contable de los activos y los pasivos. En estos casos, ESMA insta a los emisores a actualizar la evaluación llevada a cabo al final del ejercicio acerca de las hipótesis de futuro y otras causas de incertidumbre en la estimación", señalan.

Asimismo, piden que los emisores incluyan información "narrativa" sobre las estimaciones presentadas, así como en las hipótesis utilizadas para "determinar el impacto futuro de la pandamia del Covid-19 en la empresa del emisor y cómo han afectado las diferentes incertidumbres planteadas a las estimaciones realizadas y a la estrategia adoptada por el emisor para hacer frente al impacto".

La información ajustada

Lo que comenzó como una broma, ha acabado convirtiéndose en realidad. Muchos inversores comenzaron a hablar del Ebitdac (Beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones, amortizaciones y, aquí está la novedad, coronavirus) en tono jocoso, pero algunas empresas ya han empezado a utilizarlo en sus presentaciones, como es el caso de la española Laboratorios Rovi.

A este respecto, la ESMA también advierte sobre la necesidad de que exista una claridad absoluta. "Pedimos cautela con respecto a la presentación por separado de los efectos de la pandemia del Covid-19 en la cuenta de resultados de los emisores, ya que, debido a su generalización, dicha presentación por separado puede no reflejar fielmente los resultados financieros de los emisores en su conjunto, su situación y su flujo de caja, lo que iría en detrimento de la comprensión de los estados financieros", advierten.

En este contexto, instan a los emisores a "facilitar información, también en términos cuantitativos, sobre los efectos significativos del brote como parte de las explicaciones de los importes presentados y reconocidos en la cuenta de resultados en una nota única incluida en las notas a los estados financieros".

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