
El sector de alimentación y bebidas está llamado a ser uno de los que mejor se recupere de la crisis actual ante el repunte del consumo doméstico, lo que beneficia a aquellas compañías centradas en la alimentación de los hogares y no en la restauración.
El mejor ejemplo entre las cotizadas de mayor capitalización en España es Ebro Foods, con 2.900 millones de euros de capitalización. La firma comercializa aquellos productos más vendidos en época de confinamiento: arroz -bajo la marca SOS o Brillante-, que supone el 63% del resultado operativo; y pasta, el 37% restante. Con ello, la cotizada ha salvado ya el bache de la corrección que le llevó a marcar mínimos de dos años, en 16 euros el 12 de marzo. Este miércoles sus títulos cerraron un 5,52% por encima del nivel previo al crash del 24 de febrero y esto implica aventajar en 21,7 puntos porcentuales al sector europeo de alimentación y bebidas que retrocede un 16,2% desde entonces, fundamentalmente, por el desplome de más del 45% del gigante cervecero AB Inbev -es la séptima compañía por capitalización del EuroStoxx, con más de 83.000 millones de euros-.
El Stoxx 600 Food and Beverages es el cuarto con menores pérdidas desde el inicio del crash en el Viejo Continente, pero de entre sus componentes tan sólo se salvan dos: el comparable noruego de Ebro, Orkla, que avanza un 10% desde el 24 de febero, y la francesa Remy Cointreau, con ganancias del 4%, especializada en bebidas espirituosas.
Dentro del Mercado Continuo figuran ocho firmas que cotizan por encima del nivel previo al inicio de la corrección, pero de ellas solo tres superan una capitalización de 1.000 millones de euros: Pharma Mar, que sube un 11% desde entonces, Viscofan -un 5,6%- y Ebro Foods. De esas ocho, la mitad están vinculadas con la alimentación y distribución, como es el caso de Deoleo, que se ha disparado casi un 96% y también Dia, por encima del 40%.
Ebro debería haber abonado su primer dividendo con cargo a 2019 el 6 de abril -19 céntimos, son tres pagos anuales del mismo importe-. Espera aprobarlo sin cambios en la junta de accionistas, aún sin fecha ante las circunstancias excepcionales.