A medida que el fantasma de la pandemia recorría Europa, una de las imágenes que era común en todos los países eran las enormes aglomeraciones que se concentraban en las entradas de los supermercados. Al ser uno de los pocos establecimientos que no han sido obligados a cerrar por la cuarentena y ser comercios que venden productos de primera necesidad, han aglutinado todas las compras de los ciudadanos que, en muchos casos, llenaban sus carritos de la compra de forma irracional.
De hecho, esta conducta ha conseguido que los expertos mejoren las previsiones de beneficio neto para este año de tres de las cuatro empresas distribuidoras de comida más grandes del Stoxx 600, mientras que en otros sectores los tijeretazos de los analistas han sido continuos.
La británica Sainsbury se coloca en lo alto del podio de las grandes cadenas de supermercados a las que más se le han aumentado sus augurios de ganancias netas para este 2020. La subida ha sido de un 6% desde el 19 de febrero (día en que la crisis comenzó a empeorar en suelo europeo). Esto significa que se calcula que cerrará el año rozando los 600 millones de euros en beneficio neto, alcanzando su mejor resultado desde 2015. Otro de los gigantes de alimentación europeos, Carrefour, también ha visto estas mejoras en su previsión en un 5,4% desde que el coronavirus comenzó a dañar a las economías en Europa. De esta manera, el grupo ganará 1.114 millones de euros, un muy buen resultado comparable al de 2014.

Asimismo, la holandesa Royal Ahold Delhaize también ha visto como recalculaban al alza sus previsiones de beneficio neto para este año. La subida ha sido de un 3% más de lo estimado antes de la crisis del Covid-19 y roza los 2.000 millones de euros en ganancias netas, de cumplirse conseguiría la mejor cifra de su historia. La nota negativa la pone Tesco que, a pesar de la tendencia actual del sector, no es capaz de subirse al carro y su beneficio neto para este año ha caído un 4,4% desde que se recrudeció la pandemia. En total se espera que cierre 2020 con 2.013 millones de euros en ganancias netas, alcanzando lo ganado en 2013
Royal Ahold alcanzará su máximo histórico en beneficio neto este año
Otra de las grandes fortalezas de esta industria proviene de su comportamiento en el mercado de valores. En un primer momento fue arrastrada por la dinámica de las bolsas y se tiñeron de rojo. La empresa francesa fue la que se llevó el mayor hachazo al perder el 27% de su cotización bursátil en una semana, seguida por Tesco que perdió un 22% entre el 9 y el 22 de marzo. Entre el 5 y el 15 del mismo mes, Sainsbury y Ahold se dejaron por el camino un 20% y un 16% en bolsa, respectivamente.
Pero, en las últimas sesiones, el sector ha aprovechado los rebotes en sus respectivos parqués para volver a ponerse de pie. El mayor de ellos lo alcanza el distribuidor con sede en Londres que ya se ha recuperado un 15% tras las caídas, seguido por la gala y la holandesa que ya han recobrado un 10% cada una y, por último, Tesco que ha reconquistado un 8,52%.
Los rebotes han permitido que las cadenas de supermercados recuperen gran parte de lo perdido
Esta robustez no es común en la mayoría de las industrias y esto se está traduciendo en una mejor valoración por parte de los analistas bursátiles. La multinacional de Jack Cohen mantiene sus buenas recomendaciones y un 78% de los expertos que monitorizan al grupo aconsejan comprar sus acciones. Carrefour también consigue más que más del 70% de sus consejos sean de compra de sus títulos. Las compañías que polarizan más a los analistas son Sainsbury y Ahold y, por ahora, el consenso actual es el de mantener. A pesar de ello, este sector y el de las telecomunicaciones se han convertido en los dos grandes valores refugio durante la crisis del coronavirus.