
El mercado ha mandado un mensaje muy claro esta semana a los productores de petróleo: el recorte de producción que se cerró el pasado fin de semana no es suficiente para contrarrestar el impacto del coronavirus en la demanda. En el consumo de petróleo la crisis por la epidemia va a ser gravísima, y así se está dejando notar en los precios de los barriles de referencia en Europa y Estados Unidos.
En la primera semana después de conocerse el pacto de los grandes señores del oro negro para sumar fuerzas e intentar incrementar los precios, el Brent europeo ha cerrado con una caída semanal del entorno del 10% y el West Texas estadounidense lo ha hecho con pérdidas el doble de pronunciadas, de casi el 21% desde el lunes. Los barriles terminan el viernes en el entorno de los 28 y 18 dólares, respectivamente, según datos a media sesión.
La demanda se hunde
Aunque durante el fin de semana se conocía que habrá recorte de oferta en los próximos meses, durante la semana los mercados descontaron que también lo habrá de demanda, y que será mucho mayor. El martes cotizaba un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), en el que pronosticaban un descenso del PIB mundial del 3% durante este año, avisando además de que la contracción podría ser todavía peor si se produce una segunda ola de contagios de la enfermedad o si esta se alarga durante más tiempo del previsto. Sólo ese día el Brent perdió casi un 7% de su precio y el West Texas más del 10%.
Sin embargo, las malas noticias continuaron durante la semana para el petróleo estadounidense, tras conocerse el miércoles un incremento de los inventarios de petróleo americano de casi 20 millones de barriles, algo nunca antes visto e informar la Administración de una caída del consumo de petróleo hasta llegar a los niveles más bajos de la historia.
Por el momento, no se había visto un barril americano por debajo de 20 dólares desde el año 2002. Hay que recordar que EEUU exporta una pequeña parte de su producción, ya que la mayoría está enfocada a suplir el consumo doméstico, el más alto de todo el planeta.
Esto ha hecho que Arabia y Rusia vuelvan a plantearse si deben actuar de nuevo. El viernes los dos países lanzaron un comunicado conjunto en el que reforzaban su compromiso común de tomar "mayores medidas" si fuese necesario. Como tarde, en junio habrá una reunión de la OPEP y sus socios en la que se decidirá algo, pero la situación podría volver a exigir un nuevo encuentro de emergencia antes de esa fecha.