
Las gestoras value españolas han hecho una apuesta importante en compañías energéticas vinculadas con el petróleo y sus derivados, razón por la que el desacuerdo entre Rusia y Arabia Saudí podría afectar a sus carteras más allá del coronavirus.
Pero en el caso de Cobas AM, la firma de Francisco García Paramés asegura que "probablemente no haya ningún impacto relevante a largo plazo" de ambos temas. Argumentan en la gestora independiente que "la fuerte caída en las cotizaciones no está justificada, confundiendo algunos inversores que algunas compañías se dediquen al negocio de infraestructuras de gas con que sus beneficios se vean alterados por las caída del precio del petróleo".
Cobas tiene en su cartera internacional posiciones en firmas como Cairn, Ipco y Kosmos Energy, que tienen un peso conjunto del 3,5%, en las que "si asumimos que la bajada del precio del crudo es permanente y estimamos un precio a largo plazo del Brent de 40 dólares, las valoraciones de estas tres compañías caerían significativamente y el valor objetivo de Cobas Internacional bajaría de 183,7 a 179 euros". Un impacto "relativamente marginal".
En la cartera nacional Repsol representa un 1% y el impacto de la valoración que han realizado en la gestora sería pequeño por "la compensación con el resto de actividades" de la compañía.
En empresas de servicios derivados del petróleo, Cobas está invertida en Petrofac, Subsea 7, Saipem y Valaris (con un peso de 6%) y Técnicas Reunidas, que acapara un 10% de la cartera nacional. Y no espera un "impacto permanente" porque "en general están muy diversificadas en exploración de gas y petróleo, refino, transporte, petroquímica, lo que mitiga el impacto a largo plazo".
Aunque los inversores están focalizados en los efectos perversos de la caída del precio del crudo, recuerdan que hay compañías "beneficiadas", como las de transporte de petróleo y derivados. "Los precios bajos del petróleo están provocando un incremento de la demanda que a su vez está haciendo aumentar los fletes, viendo mejorar sustancialmente sus resultados", señalan.
Otra parte importante de la cartera de Cobas (15%) está invertida en compañías italianas, aunque en la firma aseguran que sólo un tercio de sus ventas proceden del país transalpino.
Caja neta
El motivo por el que Paramés y su equipo confían en que los efectos del coronavirus no afectará tanto a sus fondos es que "la mayoría de nuestras compañías tienen caja neta o deuda limitada, que les permitirá soportar estos problemas temporales y tienen un carácter defensivo por la naturaleza de sus negocios".
Esta "continua generación de caja neta" permitirá que las cotizaciones se acerquen a las valoraciones que tienen establecidas, con un potencial de revalorización que se acerca a los niveles de los años 2008 y 2009. "Claramente es una época para aprovechar esta situación", subrayan en la gestora.