
"Mario Draghi no hubiese esperado hasta la reunión del jueves", asegura Juan Ignacio Crespo, asesor del fondo Multiciclos Global de Renta 4. "El ex presidente del BCE hubiese bajado los tipos después del recorte sorpresa de la Fed -el 3 de marzo-", coincide Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nextep Finance. Sin embargo, es la era de Christine Lagarde, quien está afrontando su primera crisis al frente de la política monetaria de la eurozona con una extraordonaria sangre fría. Ni el desplome de las bolsas, ni la apreciación del euro, ni la inevitable caída de la economía en recesión por la propagación del coronavirus le han llevado a precipitarse. Y es precisamente esa actitud, menos agresiva, y la intención de activar palancas en coordinación con los Gobiernos, lo que le da margen para sorprender al mercado pese a la escasez de recursos.
"Sería un error anticiparse tan solo dos días a la reunión de este jueves, ya que mandaría un mensaje equívoco, teniendo en cuenta que bastante ruido supuso ya que la Fed se anticiparaa dos semanas", explica Enrique Lluva, experto de Imantia Capital, quien, eso sí, admite que "no se puede descartar, porque las condiciones de financiación se están deteriorando mucho".
"La situación es excepcional y Lagarde tiene que bajar los tipos de interés y la tasa de facilidad de depósito y contrarrestar el recorte de EEUU para que el euro no siga haciendo daño a las exportaciones en el peor momento posible", continúa Víctor Alvargonzález.
Este es un escenario que contemplan distintos expertos pese a que el precio oficial del dinero se sitúa en el 0%, pero que exigiría ir acompañado de otras medidas que compensasen el daño a los márgenes del sector financiero, "como una extensión de las operaciones de refinanciación (TLTRO) o incluso un nuevo programa para empresas -medianas y pequeñas- según las necesidades de capital, mientras duplica las compras de deuda durante seis meses -de los 20.000 millones de euros actuales a 40.000 al mes-", resume Konstantin Veit, gestor de Pimco. "Dedicando la mitad a bonos corporativos", matiza Enrique Lluva.
Enrique Lluva (Imantia Capital): "Tiene que haber una respuesta desde la política monetaria porque no se puede permitir que el circuito financiero se vuelva a atrofiar, como en 2008"
Toda una batería de estímulos que sería conveniente que "coincidiera con un plan fiscal, de inversiones y bajadas de impuestos, por parte de Alemania", continúa el gestor, quien explica que "tiene que haber una respuesta desde la política monetaria porque no se puede permitir que el circuito financiero se vuelva a atrofiar, como en 2008", y que los Estados deben asumir que "el parón de la actividad se tiene que mitigar a costa de políticas fiscales".
Entre las opiniones más pesimistas se encuentra la de Cris Iggo, estratega de AXA IM, quien advierte que no habrá "una reacción rápida y coordinada a nivel europeo".