
Es el único banco del Ibex que recibe un consejo de compra por parte del consenso de mercado que recoge FactSet. CaixaBank es compra desde el pasado 3 de febrero, y esa recomendación es, además, la séptima mejor de todo el Ibex 35.
Con un escenario de tipos cero ya adverso para el sector, y a la espera de nuevas actuaciones por parte del Banco Central Europeo (BCE), la entidad cae en bolsa un 24% desde sus máximos del año, que tocó el 10 de febrero (en 2020 se deja un 20%). Este descenso en el parqué la deja cotizando a 0,52 veces su valor contable, ligeramente más barata que BBVA (que se negocia a 0,54 veces su valor en libros) y poco por encima de Santander (que está en las 0,50 veces).
La entidad pagará su próximo dividendo, ya confirmado, el 15 de abril. Su importe ascenderá a 0,15 euros, que, tras las últimas caídas sufridas por el valor, ofrecen una rentabilidad del 6,9% (a comienzos de año, ese mismo importe rentaba un 5,4%).
Un solo pago anual
Se trata del pago correspondiente al ejercicio 2019 del grupo, y el único anual que realiza CaixaBank, que desde el año pasado retribuye de una sola vez a sus inversores (hasta 2018 lo hacía en dos), de modo que aglutina toda la rentabilidad por dividendo que ofrece el valor. El importe supera en un 50% al del año anterior. El consenso que recoge Bloomberg pronostica un pago de 0,17 euros en 2021, lo que supondría mejorar la cifra actual en un 13%.
De acuerdo con su plan estratégico 2019-2021, la compañía se ha marcado el objetivo de distribuir un importe en efectivo superior al 50% del beneficio neto consolidado, y ha establecido un payout (porcentaje del beneficio destinado a retribuir) máximo del 60% con cargo al ejercicio 2020.
CaixaBank, que desde este lunes sustituirá a ACS en el EcoDividendo (la estrategia de elEconomista que recoge los pagos próximos más atractivos de la bolsa española), presentó resultados el pasado 31 de enero. Redujo su beneficio un 14% en 2019 (hasta los 1.705 millones de euros) debido al coste del ERE (Expediente de Regulación de Empleo) que pactó con los sindicatos, que afectó a unos 2.000 empleados y supuso un gasto bruto de 978 millones de euros para la entidad.
Pese a ese resultado, según explicaron desde Renta 4 a elEconomista, "las cifras se situaron prácticamente en línea con el consenso en margen de intereses, mientras que en el resto de líneas se mantuvieron por encima: 4% en margen bruto, 10% en margen neto y 6% en beneficio neto".
Susana Felpeto, subdirectora de renta variable de atl Capital, destacó las ratios de morosidad, que cayeron a mínimos históricos, y los costes de riesgo, que siguen moderados. También señaló que "tener una banca privada relevante da más facilidad a la hora de que los clientes accedan a invertir que en otras entidades con clientes más conservadores donde es difícil que den el paso de depósito a fondos de inversión". Este perfil de cliente, con el que también cuenta Bankinter, habría jugado a su favor.