Bolsa, mercados y cotizaciones

El dinero huye de la deuda italiana y devora el resto de bonos europeos

El interés del bono italiano regresa al 1% por el coronavirus.
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En pleno Carnaval, el dinero se refugia tras la máscara de la deuda de los principales estados de la eurozona pero elige mascarilla y huye de los bonos de Italia por la propagación de la pandemia del coronavirus en el Viejo Continente a través del país transalpino. Las compras de este lunes llevaron a los tipos de las referencias de Alemania, Francia, España o Portugal a mínimos del año -la adquisición de bonos incrementa su precio y reduce su rentabilidad-, mientras que, por el contrario, las ventas devolvieron el interés que se exige al papel italiano con vencimiento a 10 años al 1%, tras llegar a caer hasta el 0,905% el pasado 17 de febrero por la derrota de La Liga, el partido ultraderechista y euroescéptico de Matteo Salvini, en las últimas elecciones regionales celebradas en enero.

Los bonos de Italia vuelven surgir como la excepción del mercado de deuda de la eurozona, pero esta vez la persistente inestabilidad política del país no está incluida directamente en la ecuación vendedora. La amenaza de que el impacto del coronavirus meta a la economía transalpina en recesión técnica -dos trimestres consecutivos de contracción de la actividad-, como ya ocurrió en 2019, espantó a los mismos inversores que durante las últimas semanas han propiciado un vertical recorte del interés de la deuda italiana, que basaba su atractivo en haberse situado como la última isla de rentabilidad del club comunitario y en la continuidad del actual Gobierno obediente a la Comisión Europea de Giuseppe Conte.

Tras jornadas estrechando diferenciales con el resto de la eurozona, la prima de riesgo de Italia tocó este lunes máximos de finales de enero, cerca de los 150 puntos y llegó a superar a la de Grecia, que cayó hasta los 147 enteros, aunque lo cierto es que todavía está muy lejos de los 290 puntos básicos que alcanzó en mayo de 2019, en plena tormenta política y con el crecimiento económico mostrando una profunda debilidad. Tres meses antes, al bono del país se le exigía un interés del 3%, un máximo que desde 2014 solo había superado en la parte final de 2018.

Ahora, el riesgo de recesión vuelve a resonar por el lastre que supone la contención del coronavirus para cualquier estado, lo que se podría extender al resto de la eurozona. Los indicadores adelantados marcarán la tendencia y los datos de PIB del primer y del segundo trimestre de 2020 la confirmarán. Eso sí, a principios de marzo se conocerá la evolución del crecimiento económico en los últimos tres meses del año pasado y de decepcionar solo ligeramente las expectativas adelantaría la amenaza de recesión técnica, al apuntar actualmente los analistas a un estancamiento en el 0%.

Riesgo mutualizado en la eurozona

El papel comprador del Banco Central Europeo (BCE) y la posición de Alemania como prestamista de última instancia han generado un estado de burbuja en el mercado de deuda de la eurozona en los últimos años, donde la ingobernabilidad de Italia ha sido paradójicamente el único riesgo que ha permitido arañar un interés atractivo. La amenaza ahora es una pandemia y los mínimos de rentabilidad de los principales bonos europeos hay que buscarlos en 2019.

En el 0,714% que se llegó a pagar por financiar a Alemania en agosto, frente al 0,485% de ahora, o en el 0,035% hasta el que se hundió el interés de la deuda de España en el mismo mes, respecto al 0,2% actual. Hace apenas un mes, Miguel Otero, investigador principal del Real Instituto Elcano, apuntaba a que "hay tal liquidez por las políticas del BCE que la búsqueda de rentabilidad es la fuerza dominante", aunque Tomás García-Purriños, estratega de Morabanc AM, reconocía que el político en Italia "es un riesgo superior al de otros periféricos" y que más interés "no implica por sí mismo que sea una oportunidad: esta situación podría ir a peor y los tipos repuntar más".

El 'T-Note' cae a mínimos del 'Brexit'

El trasvase de dinero de la bolsa hacia los bonos soberanos fue todavía más evidente en EEUU que en la eurozona. El interés del bono norteamericano a 10 años, conocido como T-Note, perforó súbitamente el 1,5% que no perdía desde octubre y se hundió en mínimos de finales de junio de 2016, justo después del referéndum sobre el Brexit en Reino Unido. El dinero busca refugio por la amenaza del coronavirus a uno y otro lado del Atlántico y se apoya en la expectativa de que los bancos centrales, tanto la Fed como el BCE, mantengan el tono expansivo en el medio plazo. Un movimiento que comprime las rentabilidades de la deuda y aumenta su precio. Por esta última vía se gana ya un 2,5% 2020 con el bono de EEUU de referencia.

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