
Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), acudió este miércoles a la entrega de los Grandes Premios de la Economía del periódico francés Les Echos, donde aprovechó para destacar en su discurso dos grandes retos que tiene Europa por delante para los próximos años.
La necesidad de mejorar en la integración financiera entre los distintos miembros de la Unión Europea, y la de combatir las consecuencias del cambio climático que se está produciendo, dos problemas de largo plazo que tendrán que enfrentar, además de las incertidumbres de corto plazo, con las que ya está lidiando la Unión en este momento, como son, según Lagarde, "el comercio, el riesgo geopolítico y el impacto potencial del coronavirus en el crecimiento económico global".
La integración financiera
Lagarde considera que "la ambición de construir una autonomía europea está acelerando", algo que choca con la pelea del BCE de promover "el rol internacional del euro", que reduce "los costes financieros y ayuda a proteger los precios domésticos de tipos de cambios volátiles" . La francesa explica cómo "tener un mercado financiero líquido y profundo es uno de los factores más importantes para que una divisa mantenga su estatus internacional", y le preocupa que "la integración financiera en Europa ha ido en la dirección opuesta, y ahora es la mitad de fuerte de lo que llegó a ser antes de la crisis". Es por ello que ahora es clave que "los gobiernos y reguladores se comprometan a construir una unión de los mercados".
En este esfuerzo, el BCE puede tener un papel importante que desempeñar, ya que, según explica Lagarde, el organismo puede "proveer infraestructuras innovadoras en el mercado, contribuyendo a acelerar las soluciones de pago". Y es que un problema que ve Lagarde es que "más de dos tercios de las transacciones en Europa se hicieron con tarjetas internacionales", no europeas, como pueden ser Visa o Mastercard. Para combatir esto, el BCE "explorará los riesgos y oportunidades de emitir divisas digitales del banco central".
Cambio climático
Es otro de los grandes retos a largo plazo a los que se enfrenta la economía de la zona euro, y Lagarde señaló que será "parte central de nuestra revisión estratégica". Para ella es clave "aumentar el conocimiento sobre el impacto macroeconómico del cambio climático", que "también es una amenaza para la estabilidad de precios".
Para ella, tanto el sector público como el privado "deben aumentar sus estándares en los disclosures sobre el cambio climático". El BCE ya ha empezado a "trabajar en test de estrés, que probablemente estarán listos a final de año", para medir el posible impacto del cambio climático.