La relación entre la Super Bowl y el mercado bursátil americano es como mínimo curiosa. Más allá del equipo favorito, en esta 54 edición se enfrentan los San Francisco 49ers contra los Kansas City Chiefs, otros factores sirven de oráculo para intentar determinar como el evento deportivo del año en Estados Unidos afectará a la bolsa americana.
Entre las claves se incluyen el número de tantos marcados. Durante los últimos 53 años, la puntuación final media de cada Super Bowl ha sido de 46 puntos. Cuando los equipos de la final anotan al menos dicha cifra, el mercado de valores suele subir un 15,8%, pero si no se alcanza la meta, el rendimiento es de solo el 7,3%, según datos calculados por S&P Global Market Intelligence durante los últimos 28 años.
No solo la puntuación final combinada es un dato a tener en cuenta. También el lugar, o más bien el estado, en que se celebra. Este año, Miami es la ciudad encargada de acoger el partido y teniendo en cuenta las 15 Super Bowls que se han celebrado en el Estado de Florida, la rentabilidad media anual del S&P 500 ha sido del 15,1%.
Además del marcador y el lugar geográfico, el estadio se suma al conjunto de peculiaridades que ligan la Super Bowl a los mercados. Este año se jugará al aire libre en el Hard Rock Stadium de Miami Gardens, en Florida.
Este campo, con techo retráctil, ha acogido un total de 34 Super Bowls y el rendimiento medio del S&P 500 en dichos episodios es del 14,3%, frente al 6,6% cuando el partido se ha disputado en estadios bajo una cúpula o con el techo retráctil cerrado.
Para colmo, los números romanos con los que se clasifica el evento desde 1971 pesan en los derroteros bursátiles. Cuando el partido se designa con un número impar, el rendimiento medio del mercado en los años siguientes es del 15,7%, frente a solo el 7,7% para los juegos con un número par.