Lo de Tesla comienza a quedarse sin calificativos. Si a comienzos de 2020 sorprendía al convertirse en la automovilística más valiosa de la historia de EEUU, unas semanas después, volvía a ser noticia al batir la cota de los 100.000 millones de dólares de capitalización, situándose como la segunda más valiosa del globo.
Unas cifras que ya parecen lejanas. Y es que si el lunes se disparó un 20%, la euforia de los inversores ha provocado que en la sesión del martes llegase a volar otro 20%, con lo que sus títulos han marcado un máximo histórico intradía en los 940 dólares.
Hasta ahora, era Volkswagen la que ocupaba el segundo puesto en valor bursátil con una capitalización de 93.200 millones de dólares y se ha visto relegada a una tercera plaza. No son pocos los que apuntan a que Tesla está viviendo una burbuja que tarde o temprano pinchará. De ahí que la pregunta de si tiene sentido que la firma que cofundó Elon Musk valga más que Volkswagen se haga fuerte. Y el mercado cree que la respuesta es no.
La carrera que ha protagonizado Tesla en el último año en bolsa solo tiene un calificativo, espectacular. Ha subido más de un 170% (solo en lo que llevamos de 2020 se anota más de un 110%) y ha superado la cota de los 900 dólares por acción. En julio de 2010, cuando debutó en bolsa, cada título valía 17 dólares (se ha revalorizado más de un 5.300%). En este mismo periodo, los títulos de Volkswagen han avanzado más de un 130%.
Aunque en esta fotografía la alemana luce poco, lo cierto es que analizando a las dos empresas a fondo la comparativa le es mucho más favorable. Para empezar las firmas de inversión que la siguen recomiendan comprar sus acciones, mientras que aconsejan vender las de Tesla. De hecho, está sobrevalorada en un 46%. En el caso de Volkswagen se espera que en los próximos meses se anote un 22%.
Y es que a pesar de que gran parte del atractivo de Tesla reside en su negocio disruptivo, lo cierto es que todavía no ha conseguido ganar dinero. Este es uno de los motivos por el que a pesar de su tamaño no está en el S&P 500, ya que para formar parte del índice estadounidense, como explican desde la propia casa en un informe, "la suma de las ganancias reportadas consecutivamente durante los últimos cuatro trimestres según los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (GAAP, por sus siglas en inglés) (es decir, ingreso neto excluyendo operaciones descontinuadas) debe ser positiva, así como debe ser positiva también la cifra reportada el último trimestre". De momento solo ha cosechado dos trimestres positivos.
En 2019 la firma perdió 862 millones de dólares, un 12% menos que en 2018, tras ganar 105 millones de dólares en el último trimestre del año. De cara a 2020 la previsión es que por fin obtenga beneficio y los expertos esperan que sea cercano a los 1.400 millones de dólares. En la otra cara de la moneda está Volkswagen. Si cumple con las expectativas anunciará que el año pasado ganó 14.300 millones de euros, un 18% más.
Tesla ha conseguido reducir las pérdidas, pero aún no genera beneficio anual
La diferencia de vehículos vendidos entre ambas empresas es más que significativa. Wl año pasado el conglomerado alemán comercializó casi 11 millones de vehículos. Si bien de la gama de eléctricos está por los 250.000 coches. El consorcio automovilístico anunció el pasado mes de diciembre que alcanzará dos años antes de lo previsto su objetivo de producir 1 millón de vehículos eléctricos, por lo que en 2023 ya habrá fabricado esa cantidad de automóviles.
Tesla por su parte, espera dar las llaves de más de 500.000 unidades en 2020 (el año pasado Elon Musk cumplió con su objetivo de entregar al menos 360.000 vehículos eléctricos). Por otro lado, ha comenzado a dar los primeros model 3 fabricados en su giga factoría de Shanghái que comenzó a construir a principios de 2019. Por otro lado, Musk ha confirmado que ya ha arrancado el trabajo para producir los primeros Tesla Model Y, en la misma factoría de Shanghái. Se trata de un SUV (Vehículo Utilitario Deportivo).
"Habrá que ver si China realmente se convierte en un mercado rentable, pues las ventas de coches eléctricos en los últimos trimestres se han debilitado en el gigante asiático. Habrá otros riesgos, además, a no perder de vista: la supresión de créditos fiscales para los compradores de Tesla en EEUU o el riesgo de que Musk no pueda cumplir todas sus promesas. No olvidemos que 2018 terminó de forma parecida para el valor, y luego llegó 2019 y con él, las pérdidas", explica Haris Anwar, analista de Investing.com.
A expensas de ver si Tesla va cumpliendo con sus objetivos y si su burbuja bursátil no se pincha, lo único claro por el momento es que el mercado prefiere ir sobre seguro en un coche de Volkswagen.