Bolsa, mercados y cotizaciones

HeidelbergCement entra en la década dorada de la construcción

  • El beneficio operativo superará los 3.000 millones por primera vez en once años
  • Su recomendación se ha deteriorado con la llegada de 2020
  • La inversión en infraestructuras en emergentes alcanzará los 60 billones
Hormigonera de HeidelbergCement en plena actividad.

El cuarto mayor fabricante de cemento del mundo cotiza con uno de los multiplicadores de beneficios que incluye la deuda más bajos del sector. Tiene por delante diez años de gran inversión en infraestructuras en Asia, pero contamina... y mucho. | Todo sobre el fondo asesorado por elEconomista, Tressis Cartera Eco30.

Si por alguna razón va a celebrar la entrada del Año Nuevo chino en los proximos días, es mejor que sepa de antemano lo que ni por asomo debería decir o hacer. La tradición es muy estricta en las cuestiones de atraer la fortuna: ni se le ocurra barrer o limpiar, cuidado con romper algún objeto de cerámica o de vidrio y que ni se le pase por la cabeza cortarse el pelo, porque usar tijeras es tabú. Mejor que no visite a los parientes de su esposa, no le regale un reloj a nadie y tampoco pida dinero de vuelta.

La china es una civilización milenaria, que ya utilizó algo parecido al cemento para construir la Gran Muralla mucho antes que los romanos. De cemento saben mucho también en HeidelbergCement, valor del fondo asesorado por elEconomista, Tressis Cartera Eco30, ya que alrededor de un 70% de sus ingresos procedían de esta mezcla de caliza, arcilla y químicos que se endurece con el agua.

La empresa alemana ganará un 44% más entre 2018 y 2020, con un beneficio operativo (ebitda) que se supera año tras año y sobrepasará los 3.000 millones en 2019 -algo que no sucedía desde 2008-.

"Es probable que los ingresos de los productores europeos de materiales de construcción crezcan menos en 2020", según explica el analista de UBS Travis Pekins. Pero mientras que el consenso de mercado es escéptico con HeidelbergCement -recibe una recomendación de mantener- para Pekins es un valor sólido, que cotiza en múltiplos bajos por la rentabilidad de su flujo libre de caja (ver gráfico).

Y es que el sector no está exento de suspicacias en la nueva era del capitalismo verde. "El cemento es altamente intenso en CO2", subrayan desde el banco británico. De hecho, se dice que es responsable de entre el 4% y el 8% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono.

"El cemento es la forma en la que intentamos dominar la naturaleza", escribía el periodista Jonathan Watts el año pasado en The Guardian, y añadía que "solo el carbón, el petróleo y el gas son mayores fuentes de gases invernadero".

Heidelberg fue el cuarto mayor fabricante de cemento en 2017, con 47,3 millones de metros cúbicos, por detrás de la China National Building Material, Cemex y LafargeHolcim, según el Global Concrete Report 2018.

Un 21% de las ventas de la firma germana procede de Asia-Pacífico, sobre todo de Australia e Indonesia, pero para afianzarse en China, Heidelberg ha creado tres empresas conjuntas con socios locales ante el gran apetito del gigante asiático por el cemento.

Desde 2012, China fabricó más cemento que Estados Unidos desde 1900 y solo para la construcción de la presa de las Tres Gargantas se utilizó más cemento del que produce en un año el Reino Unido, según National Geographic.

Para 2030, hay proyectadas 43 megalópolis en los países emergentes, la mayoría de ellas en China. "Los activos invertidos en infraestructuras en economías en vías de desarrollo casi se triplicarán [en la próxima década], al pasar de los 22 billones a los 60 billones de dólares", advierte Ajay Dayal, director de inversión sénior en Legg Mason Gam.

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