
El año pasado dejó unas ganancias extraordinarias a los inversores. El índice de referencia de la zona euro, el EuroStoxx 50, logró su mejor ejercicio desde 1999 y el Ibex, aunque más rezagado, obtuvo su mejor balance desde 2013. Sin embargo, los volúmenes de negociación siguieron su tendencia a la baja: la contratación se redujo por cuarto año consecutivo en la bolsa española. Según los datos publicados este jueves por BME, durante todo 2019 se movieron 469.626 millones de euros, un 18,1% menos que el ejercicio anterior. La negociación en el parqué se quedó, por tanto, por debajo de la cifra redonda del medio millón de euro; es su nivel más bajo desde 2002.
Todo a pesar de que en la última parte del año hubo un ligero repunte. Diciembre fue el único mes de 2019 en el que la contratación mejoró respecto al mismo periodo del año anterior. Alcanzó los 40.646 millones de euros, un 4,8% más que en diciembre de 2018. Ya en noviembre el dinero movido en el parqué apenas bajó un 0,10%.
"La revalorización de los precios de las acciones cotizadas y la profusión de pagos de dividendos no han sido lo suficientemente fuertes como para compensar el descenso de los importes negociados en el mercado secundario de acciones. Estos descensos han contado con dos aliados de excepción como son la sequía de salidas a bolsa y niveles sostenidos históricamente bajos de volatilidad. Han sido factores generalizados en la mayor parte de bolsas desarrolladas del mundo", explican desde BME en su informe de mercado anual. No obstante, creen que "es previsible para los próximos ejercicios una reversión de la volatilidad hacia niveles más normalizados que tendría un efecto positivo en los volúmenes de negociación de los mercados tanto de acciones como de opciones y futuros sobre índices de renta variable y acciones".
Pero estas no son las únicas razones que, según BME, justificarían este deterior en la contratación. La llegada de Mifid II, a su juicio, también ha pasado factura. "Las mayores exigencias de cumplimiento regulatorio a mercados, intermediarios y buy-side, junto a la normativa respecto del análisis y el acceso corporativo han perjudicado la visibilidad y la operativa en el mercado, especialmente para los segmentos de valores de mediana y pequeña capitalización y los intermediarios locales".
Y, por supuesto, tampoco hay que pasar por alto la fragmentación que se está produciendo en toda Europa con el crecimiento de otras plataformas. En 2019, el dinero negociado en BME fue el 70% del total, según los datos de Liquidmetrix recogidos por la gestora.
La renta fija mueve un 66% más
A diferencia de lo ocurrido en renta variable, en el mercado de renta fija la contratación se incrementó un 66,4% en 2019 respecto al año anterior. Según los datos de BME, la negociación se disparó hasta los 333.958 millones de euros. En el conjunto del año, las nuevas emisiones también crecieron, alcanzando los 326.575 millones, un 4,7% más que en 2018. El saldo vivo, de igual forma, aumentó un 2,1%, hasta 1,6 billones.