
La renta fija se ha convertido en la categoría estrella de este año. Azuzados por el temor a sufrir las mismas pérdidas que experimentaron al cierre del año pasado, los inversores fueron traspasando desde principios de 2019 su dinero hacia fondos de deuda buscando solamente un refugio para su dinero.
Pero las extraordinarias rentabilidades que han proporcionado los activos de renta fija, impulsadas por las rebajas de tipos en Estados Unidos y la inyección de más liquidez por parte del BCE, han hecho un efecto llamada, hasta el punto de que los fondos de renta fija a corto plazo acumulan ya 3.934 millones de euros en suscripciones netas y los de renta fija a largo plazo, 3.544 millones, según los datos de septiembre de Inverco.
Y algunas entidades financieras están sabiendo aprovechar esta migración hacia los fondos de deuda. Quien más está sacando músculo en esta coyuntura es CaixaBank, que ha colocado cuatro de sus fondos entre los 10 más vendidos del año, por el momento, dos de los cuales se han creado justo antes del verano. CB Master Renta Fija Privada Euro y CB Master Renta Fija Deuda Pública 3-7 han captado en estos pocos meses 2.776 millones y 2.055 millones de euros y, junto a CB Smart Money RF Gobierno y CB Smart Money RF Inflación, representan el 61% de las suscripciones totales de los fondos de renta fija a largo plazo en el año.

La potencia comercial de CaixaBank es más palpable todavía si se comparan las sucripciones netas conseguidas por la totalidad de los fondos de la entidad catalana en esta categoría. De los 3.544 millones acumulados por estos fondos, el 70% son de productos que llevan la marca de CaixaBank.
Tanto CB Master Renta Fija Privada Euro como CB Master Renta Fija Deuda Pública 3-7 son fondos diseñados para sus clientes de carteras discrecionales, es decir, aquellos que han delegado la gestión de su dinero en la entidad catalana y no toman activamente la decisión de dónde invertir después de ser clasificados por nivel de riesgo, mientras que los fondos con la marca Smart Money son productos también de gestión discrecional pero dirigidos a sus clientes de asesoramiento digital y cuyos costes totales no superan el 1%.
Lo que se desprende de estas aportaciones netas es que los responsables de la gestora están dirigiendo a sus clientes hacia fondos de crédito y de renta fija pública de mayor duración, entre 3 y 7 años como indica el propio nombre del fondo, para arañar algo más de rentabilidad. Después de los fondos de CaixaBank, destacan los productos de Mutuactivos. En concreto, Mutuafondo Clase L y Mutuafondo Duración Negativa, que suman entre los dos casi 1.096 millones de euros en entradas de dinero, gran parte de los cuales los ha conseguido el primero.
Esta llegada masiva de dinero a los fondos de renta fija se está produciendo sin que los inversores sean conscientes de la dificultar de mantener la rentabilidad obtenida a lo largo de este año. La previsión de rendimiento para la deuda europea según el índice de Bloomberg y Barclays es del 0,34%, muy por debajo de la media de comisión máxima del 0,73% que aplican los fondos de deuda europea.