
Contra la mayor parte de los pronósticos -que auguraban un 2019 en el que habría poco que rascar en el universo de la renta fija-, lo cierto es que el año ha sido muy positivo para la deuda, con el papel soberano marcando nuevos mínimos históricos en el Viejo Continente y con fuertes ganancias tanto en deuda corporativa como gubernamental a uno y otro lado del Atlántico. Sin embargo, lo cierto es que los inversores españoles no están logrando aprovecharse de esta bacanal a través de los grandes fondos de renta fija domiciliados en el país.
Ninguno de ellos se encuentra entre los 15 más rentable de su categoría y solo 5 de los 20 logran una subida de más del 2%. El primero es el Trea Cajamar Renta Fija, que obtiene un rendimiento del 5,71%. Esta cifra se queda muy lejos de los retornos de más del 10% que ofrecen productos como Imantia Deuda Subordinada FI, Mutuafondo Bonos Subordinados II FI, CS Hybrid and Subordinated Debt FI o Financials Credit Fund B FI. Los tres primeros invierten en bonos subordinados y el último lo hace en renta fija del sector financiero.
Eso sí, el producto de Trea gestionado por Ascensión Gómez Amigó logra un rendimiento notablemente superior a sus inmediatos perseguidores entre los grandes, el Santander Renta Fija A FI y el Ibercaja Oportunidad Renta Fija A FI, ambos con retornos del entorno del 3,5%. Estas cifras contrastan con el 10,5% que gana la deuda soberana europea en 2019 y el 7,7% que se apunta la corporativa, según datos de Bloomberg.
Esta incapacidad para aprovechar el fuerte rally vivido en la renta fija se debe a la tipología de los fondos de deuda más vendidos en España. La mayor parte de estos invierten en deuda a corto plazo, que ha logrado retornos mucho más limitados que el papel a largo plazo en este año.
En deuda soberana con vencimientos entre 1 y 3 años se apunta ganancias del 1,7% en 2019 y entre 3 y 5 años del 4,3%. El papel a 7-10 años logra ganancias del 11,6% y a más de una década del 18,6%. En corporativo se gana entre un 1 y un 3% en los bonos con menor tiempo a vencimiento y entre un 9,5 y más de un 22% a más largo plazo.
