
La vuelta del verano está siendo intensa en el mercado de capitales. En las últimas semanas, empresas y bancos han lanzado numerosas emisiones de deuda para captar financiación a unos precios que siguen siendo irrisorios. Pero a los que los inversores aún están dispuestos a comprar.
Las firmas españolas también se han subido a este carro, especialmente los bancos. Entidades como Sabadell, CaixaBank, Liberbank y KutxaBank han salido a mercado logrando un total de 3.000 millones de euros entre la última semana de agosto y la pasada, un 20% por encima del volumen emitido en las mismas fechas del año pasado, según datos recopilados por Natixis.
El sector ya ha colocado 18.600 millones en 2019, un 8% más que a estas alturas de 2018. A esta cantidad hay que añadir las dos operaciones cerradas esta misma semana por BBVA y Abanca, por un total de 1.300 millones.
"Septiembre ha vuelto con más ganas que otros años. Llevamos semanas de mucha actividad", reconoce Jesús Sáez, responsable de Mercado de Capitales para el sector público y financiero en España de Natixis, quien apunta claramente a que "el protagonismo de la reapertura del mercado ha estado en los emisores financieros". De hecho, en el corporativo la actividad no ha repuntado sino que está siendo similar a la del año pasado en España, al acumular 11.700 millones de euros.
Los emisores se han acercado al mercado gracias a la tranquilidad que han instalado los bancos centrales demostrando su disposición a actuar y a que los principales focos de incertidumbre (Brexit, guerra comercial, Italia...) no han tensado en exceso a los inversores en las últimas semanas.
A nivel global, las emisiones en euros están teniendo un año muy activo tanto en deuda corporativa con grado de inversión como en el sector financiero, aprovechando la fuerte caída en los intereses. En concreto, el sector más activo ha sido el corporativo con investment grade, ya que se han colocado casi 278.000 millones en el año, lo que supone un aumento del 44,5% respecto al mismo periodo de 2018. De hecho, este segmento está a menos de 22.000 millones de superar el récord histórico de emisiones, los 299.600 millones del año 2017.
En el caso del sector financiero a nivel global también se ha producido un repunte de las emisiones en euros, que alcanzan los 182.000 millones en el año, un 18,5% más que en el mismo periodo del año anterior. Por el contrario, el high yield ha tenido una actividad menor (ver gráfico).
"El ritmo de emisiones ha sido incesante y, más importante, el mercado ha digerido bien los volúmenes. El grado de inversión lleva en septiembre el mayor volumen de colocaciones del registro y no hemos visto signo de indigestión. En otros años este ritmo de colocaciones habría ampliado el diferencial de crédito de manera significativa", apuntan en Société Générale.
Qué esperar hasta final de año
Mientras no haya sustos, los expertos creen que continuará el apetito por la deuda. "Claramente, hay dinero para invertir y creemos que, con una rentabilidad negativa en el soberano, continuaremos viendo entradas de dinero en la deuda corporativa", señala en Société.
"El último trimestre del año, que ya asoma la cabeza al fondo, tendrá que demostrar que puede consolidar todo este sentimiento", considera Sáez, de Natixis, apuntando a que "el mercado estará pendiente del Brexit, de la fecha del 31 de octubre, y de la presentación de resultados de las compañías para ver hasta qué punto la guerra comercial afecta a las cuentas". En cualquier caso, cree que "los tipos deberían mantenerse en niveles bajos; aunque los spreads de crédito están bastante agotados, no habrá un repunte fuerte".