
La guerra comercial entre EEUU y China ha ido dejando muchos daños colaterales en uno y otro bando. Una de las grandes que se han visto metidas en el ojo del huracán es Apple, la cual importa del gigante asiático muchos de los componentes que requieren los iPhone, por lo cual está resultando castigada por parte de inversores y analistas.
Si bien es cierto que en bolsa su evolución este año ha seguido al alza, es la única de las Faang que no recibe una recomendación de compra. Estas dudas también se han trasladado a las estimaciones de beneficio, que se han recortado entre un 12 y un 13% tanto para este ejercicio como para los dos próximos con respecto a las expectativas a comienzos de año.
Esta fuerte rebaja ha provocado que ya no se espere que Apple iguale las ganancias cosechadas el año pasado, que fueron de 59.500 millones de dólares ni para 2021, cuando la previsión del consenso de analistas que recoge FactSet se ha deteriorado hasta los 58.700 millones. Desde JP Morgan explican que "la guerra comercial es un claro riesgo para los beneficios de Apple, sin embargo, se está minusvalorando su capacidad para sortear este obstáculo".
Asimismo, apuntan desde el banco norteamericano que uno de estos factores es que los precios de los materiales con los que se fabrican los móviles [55% de los ingresos] se va a reducir entre 30 y 50 dólares, lo que debería compensar la imposición de tarifas por parte de Trump sin necesidad de mover los precios de venta al público".

La de Cupertino siempre ha sido la blue chip que ha cotizado más barata por PER –veces que en el precio de la acción se recoge el beneficio– y en este sentido, pese al hachazo de los expertos, sigue siendo así. De cara a este año, todavía ofrece un descuento del 70% frente a la media del resto de las grandes y, además, se compra un 40% más barata que su propia media histórica.
Los analistas solo le dan un 7,3% de potencial a 12 meses, lo que no sería suficiente para rebasar sus máximos históricos, situados por encima de los 230 dólares. "Otra posibilidad es que Apple mueva su producción a otro país, pero eso supondría un gran desembolso y muchos años", concluyen desde Bloomberg.