
Pesimismo en los mercados argentinos tras la inesperada derrota del presidente, Mauricio Macri, en las primarias del país -un fiel termómetro de cara a las elecciones del 27 de octubre-. Macri, el preferido por los inversores, logró solo el 32% de los votos frente al 47% del peronista Alberto Fernández, el candidato de Cristina Fernández de Kirchner. En rueda de prensa, el mandatario, visiblemente tocado, anunció que seguirá gobernando hasta diciembre y que no plantea ninguna transición antes de las elecciones de octubre, en las que espera remontar. Pero los mercados ya han dictado sentencia.
En el cambiario, el peso cayó hasta un 30%, hasta 62 unidades por dólar frente a los 46 del viernes. Tan grave fue el movimiento que el Banco Central se vio obligado a intervenir y ofertar 50 millones de dólares a 55 pesos de media, para frenar el desplome y estabilizar a la divisa en el entorno de los 57 por dólar. Mientras, en el Merval, la bolsa de Buenos Aires, las caídas fueron de un 37,01% en pesos, con los bancos a la cabeza: el Grupo Financiero Galicia perdió un 45,6% y la filial del BBVA, un 46%. La prima de riesgo, por su parte, subió 5 puntos en los primeros compases.
Respecto a la deuda, los precios de los CDS (seguros contra impago) de las emisiones de deuda a cinco años de Argentina ofrecían una probabilidad de impago del 74,27%. Y la primera subasta de bonos tras el resultado dio un tipo de interés de referencia promedio del 74,035%, 11 puntos más que el 63,778% del pasado viernes.
Malas sensaciones
Con los resultados en la mano, los expertos consultados por Bloomberg ya anticipaban una jornada negra en los mercados del país. "Los mercados probablemente entrarán en pánico el lunes y los precios de los bonos podrían caer en picado", indicaba Siobhan Morden, directora de estrategia de renta fija para América Latina en Amherst Pierpont Securities.
Carolina Gialdi, estratega sénior de renta fija de BTG Pactual Argentina en Buenos Aires, intentó poner negro sobre blanco a esta situación y creía que el peso podría perder el 25% de su valor, mientras que los bonos podrían caer alrededor del 20%. Sus predicciones se quedaron cortas.
La mayor amenaza es la vuelta del equipo económico que rodeó a Fernández de Kirchner en sus anteriores mandatos
Uno de los temores de los inversores es que Fernández, bajo la batuta de su tocaya, decida romper el acuerdo que Macri firmó con el FMI. La entidad prestó al mandatario argentino 50.000 millones de dólares, cifra récord, para frenar la fuerte caída del peso. Aunque el acuerdo no incluye las duras obligaciones que convirtieron a esas tres siglas en el demonio de la sociedad argentina durante los años del 'corralito', el peronismo ha mostrado su descontento con el pacto y su intención de abandonarlo cuando sea posible.
De todas formas, el principal miedo ya no es tanto la ruptura del acuerdo como la vuelta del equipo económico que rodeó a Fernández de Kirchner en sus anteriores mandatos. Durante ese tiempo, la inflación se disparó mientras el Gobierno falsificaba las estadísticas del IPC; se pusieron controles de capitales, restringiendo las importaciones y los viajes al extranjero; el valor del peso se hinchó, desincentivando la llegada de inversores extranjeros; y se impusieron fuertes impuestos a la agricultura para recaudar dólares, frenando uno de sus principales focos de crecimiento.
Para intentar frenar los pánicos, el asesor económico de Fernández, Matías Kulfas, insistió este lunes en que tienen "absoluta voluntad de pago" de la deuda contraída con el FMI, y que no contemplan un nuevo control de capitales como el aplicado por los Kirchner.
La inflación venció a Macri
En una rueda de prensa antes del cierre de los mercados, Macri culpó al kirchnerismo -que "tiene un problema grave con el mundo"- de las sacudidas en los mercados y prometió trabajar para remontar el resultado. "Hemos escuchado el mensaje. Los argentinos tenían bronca de todo el proceso duro económico y es lo que ha expresado esta elección", dijo. Y advirtió: "Creo que es importante que los argentinos analicen los efectos de las elecciones. Hoy estamos más pobres que antes de las primarias. El problema mayor que tenemos es que la alternativa no tiene credibilidad", por lo que pidió a los votantes que reflexionen. "El voto útil es importante", apelando a todos los que "tienen simpatía hacia el Gobierno".
El Gobierno de Macri tuvo un antes y un después en su fallido intento de frenar la inflación hasta el entorno del 10% en 2018. Después de que el Banco Central reconociera su fracaso, no tuvo más remedio que disparar los tipos de interés de golpe hasta el 40%. Los intereses, que ya rondan el 70%, no han dejado de crecer, mientras que los precios no se detienen: marcaron un 55,8% de subida al cierre de julio.
En el mismo camino, el peso se hundió frente al dólar (de 20 unidades por 'billete verde' a los 60 de hoy), y Macri solo pudo frenar su caída mediante alzas de impuestos, para contener el déficit, y unos tipos de interés estratosféricos. La clase media, que le llevó al poder y le había apoyado de nuevo en las legislativas de 2017, acabó por rebelarse. Y nadie sabe cómo será lo que viene ahora.