
Si parecía que el verano iba a ser un período de relativa calma tras un primer semestre de rentabilidad inesperada para los inversores bursátiles que han sabido mantener la sangre fría, la sucesión de acontecimientos que se están produciendo y sus consecuencias en los mercados está acentuando el nerviosismo incluso entre los inversores con más temple.
La amenaza de un Brexit a las bravas de Boris Johnson y la intención de Donald Trump de forzar una devaluación del dólar, a costa de un recrudecimiento de la guerra comercial con China, han llevado al Vix –el índice que mide la volatilidad según la compra de opciones bursátiles del S&P– a los 21,37 puntos, un nivel que no veía desde principios de año, cuando se mantenía la estela de un mercado atenazado por las pérdidas de 2018.

Aunque las últimas medidas adoptadas por China con el yuan en la guerra arancelaria han acentuado el sentimiento protector de los inversores en bolsa norteamericana, la subida experimentada por el índice del miedo, como es conocido en el mercado, muestra que la preocupación ha vuelto a hacer acto de presencia entre los inversores, sobre todo porque suele anticipar caídas en las bolsas.
Este temor no está ocurriendo solo en Estados Unidos, sino también en Europa. El Vdax, que mide la volatilidad de la bolsa alemana, se encuentra en 21,26 puntos, por encima de los 20 puntos que marca la diferencia entre la preocupación y un nivel aceptable.