Bolsa, mercados y cotizaciones

La banca de la eurozona se pone el kimono

  • Desde máximos históricos el sector sufre una caída del 82%
  • La japonización podría llevar a sus títulos a retroceder aún más

Desde el año 2007, tener acciones del sector bancario de la eurozona ha sido un calvario para el inversor. Desde los máximos marcados en mayo de ese año, el índice sectorial de la región ha sufrido una caída de casi el 82%, unas pérdidas que con los dividendos recibidos apenas se mitigarían al 65%.

Durante todo este periodo cuando parecía que la industria no podía caer más, siempre ha demostrado lo contrario, una película que ya se ha emitido en Japón. Uno de los principales temores de la banca es la japonización de Europa y, de hecho, al sector el inversor le empieza a poner cara japonesa, pero ¿qué implicaría y hasta qué punto está puesto en precio este escenario?

"Los bancos afrontan muchos vientos en contra, pero gran parte parece estar puesto en precio. Su multiplicador de beneficios frente al mercado ha caído fuertemente en los últimos 18 meses y está en mínimos de 2008 y 2016", apuntan desde Barclays. Eso sí, mirándose en el espejo de la banca japonesa, la situación todavía podría ser peor. 

Caída de la rentabilidad

El sector nipón obtuvo el año pasado una rentabilidad sobre el capital (ROE) de apenas el 5,3%, cuando antes de la crisis esta se situaba en la zona del 13%. Esto ha llevado a la industria a cotizar a 0,42 veces su valor contable. Mientras, en la eurozona la industria logra un ROE del entorno del 7,5%, aún sensiblemente por encima de Japón; y cotiza a 0,56 veces sus libros. Pasar a cotizar en línea con los múltiplos del país asiático implicaría una caída del 25%, siempre suponiendo que el valor contable de la industria no siga retrocediendo. Desde los máximos de 2008, este se ha desinflado un 39%, y se queda cerca de los mínimos de 2003. 

"Mirando a la relación histórica entre el precio sobre valor en libros y la rentabilidad de la banca, vemos que ha habido una caída en la valoración después de que el ROE se haya derrumbado en medio de un menor endeudamiento, una regulación más estricta y unos volúmenes de crédito más bajos", reconocen en Barclays. 

El problema para el sector radica en una debilidad crónica en su rentabilidad, que no tiene visos de solucionarse ante una política aún más acomodaticia del BCE, que intentará mitigar sus efectos negativos en la banca pero que, en opinión de los expertos, no amortiguará todo el golpe. Y, en este entorno, los rendimientos que logra el sector no solo no mejorarán, sino que comenzarán su caída. "Si el BCE no logra normalizar los tipos, las presiones a los márgenes se doblarán de los 5 puntos básicos del último año a los 10 puntos básicos. Y en 2 o 3 años esto podría llevar a la rentabilidad a caer en torno a 2 puntos porcentuales", advierten desde Deutsche Bank.

En este sentido, las estimaciones de beneficio del sector para este año y para 2020 han caído un 9 y un 12,5%, respectivamente, en lo que va de año. "Los bancos afrontan varios vientos en contra: los posibles recortes de tipos, van venciendo los préstamos que daban mayor interés, no pueden reemplazar la rentabilidad de su cartera de deuda, la nueva ronda de liquidez del BCE no es tan favorable y el alto coste del colchón anticrisis", apuntan en UBS. 

Evolución del sector bancario en Europa y Japón
Evolución del sector bancario en Europa y Japón

Y si todo esto pesa en un lado de la balanza, en los puntos positivos solo se encuentran los planes del BCE para penalizar menos al sector por el exceso de liquidez -actualmente les cobra un 0,4%, unos 7.500 millones al año-. De este cantidad, más del 80% fue abonada por bancos alemanes, franceses y del Benelux. "Aunque este movimiento sería, sobre el papel, muy positivo para firmas como Deutsche Bank, dada la baja rentabilidad y la liquidez que tienen en balance, creemos que los inversores no encontrarán mucho alivio en esta medida al compararla con un mundo comprometido con unos tipos a la baja", apuntan en el banco helvético. 

El impacto del recorte

Calcular el impacto de las próximas medidas del BCE es harto complicado sin saber los detalles sobre cuánto se recortarán los tipos -el mercado espera 20 puntos básicos antes de que acabe el año- y qué sistema ideará la entidad para evitar que el exceso de liquidez se vea tan penalizado. "Según nuestros cálculos, un recorte de 20 puntos básicos en los tipos nos llevaría a recortar un 6% las estimaciones de los 32 bancos de la eurozona que seguimos. Doce de ellos afrontarían un recorte de más del 10% y 5 de más del 20%. Si la bajada de tipos fuese aún mayor, como de 100 puntos básicos, un cuarto del sector entraría en pérdidas y tres cuartas partes no cubriría el coste del capital", alertan en Goldman.

Goldman: "Un recorte de 20 puntos básicos en los tipos nos llevaría a recortar un 6% las estimaciones de beneficio"

Estimando ese mismo recorte en los tipos pero dejando de penalizar el exceso de liquidez, el impacto caería hasta el 4%, según los cálculos de la entidad. Por países, Alemania sería el más afectado, con una caída del beneficio del 13%. Mientras, las entidades francesas y del Benelux sufrirían un recorte del 2%. En la periferia, la banca española sufriría un recorte del 4% y la italiana del 9%. 

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