
¿Puede EEUU llegar a ser uno de los mayores exportadores de petróleo del mundo? Esta es la pregunta lanza The Wall Street Journal al analizar cómo está reaccionando la industria petrolera de EEUU al alza de precios del crudo y al final de la prohibición de la venta de crudo al exterior. Desde mediados de 2016, esta materia prima ha vuelto a alcanzar precios que resultan rentables para los productores norteamericanos, pero estas perspectivas han mejorado aún más con el acuerdo alcanzado por la OPEP en noviembre.
Desde que el Congreso de EEUU levantase la prohibición de exportar petróleo en 2015, los envíos al extranjero de crudo estadounidense se ha disparado. En los primeros diez meses de 2016, las exportaciones han promediado unos 500.000 barriles al día, una cifra que podrían incrementarse si los precios siguen al alza y la producción aumenta al calor de esas subidas.
Las ventas al exterior de crudo han pasado en pocos años de unos 20.000 barriles al día (todos a Canadá por restricciones del Congreso) a tocar un pico de 692.000 barriles al día en septiembre de 2016. Ahora que el crudo mantiene cierta tendencia al alza, la producción y las exportaciones de EEUU podrían ser las grandes beneficiadas.
El bombeo de crudo en EEUU tocó suelo en julio de 2016, con una producción media de 8,4 millones de barriles al día (mbd). La industria había recortado su inversión en capital y empleo ante el desplome de los precios hasta los 25 dólares por barril. No obstante, a partir de julio la producción comenzó a remontar hasta alcanzar de nuevo los casi 9 mbd de la primera semana de enero, según datos de la Agencia de la Energía de EEUU. Ahora, el petróleo se encuentra en el entorno de los 55 dólares el barril.
Exportación o consumo interno
Según los analistas consultados por The Wall Street Journal, las exportaciones podrían seguir creciendo a lo largo de 2017. Otra opción es que se incremente el consumo de petróleo extraído en EEUU en detrimento del crudo importado (el país produce menos crudo del que consume).
Nelson Wang, analista de materias primas en CLSA, cree que "el escenario más probable es que EEUU reduzca las importaciones de otros países, sobre todo de África o algunos países de Asia... EEUU está cada vez más cerca de ser un país con independencia energética".
Lo cierto es que las exportaciones de crudo estadounidense son aún mínimas si se comparan con las de los grandes exportadores. Si EEUU fuera miembro de la OPEP sería el décimo mayor exportador con suerte.
Los expertos creen que es complicado que EEUU llegue a ser uno de los grandes exportadores de petróleo del mundo. Sus ventas en el exterior son muy dependientes de los precios, mientras que países como Arabia Saudí puede exportar con el crudo a cualquier nivel, la industria de EEUU necesita unos precios elevados para que sus ventas al exterior sean rentables.