
La decisión de China de invertir 2.200 millones de dólares en Venezuela a cambio de petróleo revive un acuerdo de años que parecía haberse roto. Hace unos semanas, esta especie de acuerdo que lleva vigente desde 2007 parecía haberse roto por la situación económica de Venezuela, pero esta nueva inversión china ha apagado estos rumores.
El acuerdo, que representa el primer apoyo económico de China este año al a país sudamericano, ayudaría a Venezuela a revertir el descenso de la producción de petróleo mediante la mejora de sus infraestructuras y maquinaria del sector del crudo. A cambio, Venezuela prometería enviar a su mayor acreedor aún más petróleo (800.000 barriles diarios) comparado con los cerca de 550.000 barriles que envió septiembre como pago de inversiones anteriores. Este nuevo acuerdo finalizará a mediados de diciembre.
Mientras que los bajos precios del crudo arruinan la economía venezolana y el presidente Nicolás Maduro lucha por mantenerse en el poder, China está prestando mayor atención a aspectos como la estabilidad fiscal y el riesgo de sus préstamos exteriores. Este nuevo contexto de las relaciones había desembocado en la preocupación de analistas venezolanos, que llegaron a asegurar que China ya no invertiría más en Venezuela, al menos a corto plazo.
Pero China vuelve a confiar en Venezuela. Por un lado, Maduro ha visto el acuerdo como una prueba del compromiso de China, y desde Pekín lo ven como una oportunidad para seguir tomando posiciones en Venezuela sin arriesgar demasiado, puesto que el petróleo es un gran colareral. Y es que la financiación de estas infraestructuras petroleras ayudan a China a asegurar su presencia a largo plazo en un país que alberga las mayores reservas de crudo y que forma parte de un continente en el que Estados Unidos ejerce mucha influencia.
Flujo de petróleo
"Lo más importante es asegurar que no se interrumpa el flujo de petróleo", asegura Mei Xinyu, un investigador sénior del Ministerio de Comercio de China. "La situación política pasa a un segundo plano frente a la importancia que tiene la producción petrolera. Incluso si el partido de la oposición asume el poder en el futuro, este todavía necesitará de los préstamos chinos para extraer el petróleo".
Los próximos acuerdos entre los dos países probablemente seguirán el mismo modelo. China proporcionará asistencia para mejorar las instalaciones petroleras y mantendrá las exportaciones, explica Mei. Un documento político sobre América Latina publicado el jueves por el Ministerio de Relaciones Exteriores deja entrever que China está dispuesta a "explorar activamente" mecanismos para lograr asegurar el suministro a largo plazo de recursos energéticos y así reducir el impacto de los riesgos económicos externos.
Las decisiones se producen a medida que el desboque de la inflación y la contracción de la economía dejan a Venezuela cada vez más cerca del default e impulsan las críticas a Maduro, cuyo predecesor, Hugo Chávez, fomentó fuertes lazos con Pekín. En los últimos meses, China ha estado protegiendo sus apuestas y comunicándose con la oposición, que controla al Congreso y que desea realizar un referendo para destituir al presidente.