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El BCE cree que el petróleo 'barato' ya no favorece el crecimiento económico

  • El impacto ha podido ser nulo o incluso ligeramente negativo a nivel global
  • Los hogares no han usado los beneficios del petróleo 'barato' para consumir

Los precios del petróleo comenzaron a desplomarse durante el verano de 2014. En los países que son importadores netos (como España) la caída del precio del crudo pudo ayudar de forma contundente a impulsar el crecimiento económico y a mejorar el saldo de la balanza de pagos. Sin embargo, a partir de mediados de 2015, el petróleo 'barato' dejó de ser un componente totalmente positivo, que además podría estar lastrando el crecimiento económico a nivel global. Las expectativas no se han cumplido porque los agentes ya no reaccionan de la misma forma que hace unos años.

El BCE señala en el documento Global implications of low oil prices que "los fundamentales que han conducido a la caída del precio del crudo han cambiado durante este tiempo". Cuando el oro negro comenzó a desplomarse en 2014, fue debido a una mejora importante en la parte de la oferta, la tecnología y los nuevos hallazgos permitieron producir más petróleo que "tuvo un impacto positivo significativo en la actividad global que se transmitió a través de dos canales: una distribución de ingresos desde los países productores a los consumidores y una mayor rentabilidad producto de unos costes energéticos menores, lo cual podría estimular la inversión", destaca el informe del BCE. 

Sin embargo la situación cambió con el paso de los meses: "El cambio natural del shock del petróleo tiene diferentes implicaciones para la economía... en la segunda mitad de 2015 se puede apreciar que la debilidad de la demanda fue la que condujo al crudo a mayores caídas, produciendo un impacto menos positivo sobre la economía. Aunque los bajos precios del petróleo apoyan la demanda doméstica en los países que son importadores netos de crudo, ello puede no ser suficiente para amortiguar los efectos de una demanda global débil", sentencia el organismo monetario. 

Según una simulación realizada por los economistas del BCE, una caída del 10% del precio del petróleo causada por una mejora en la oferta (mejoras tecnológicas, nuevos pozos más productivos, etc), añadiría al crecimiento del PIB un 0,1% o un 0,2%, mientras que la misma caída del precio causada por la debilidad de la demanda disminuiría el crecimiento mundial en más de un 0,2%. 

Un efecto nulo

De este modo, el informe del BCE sentencia que "por ejemplo, la caída del 60% del petróleo desde mediados de 2014 impulsada al principio por la oferta y luego por la demanda, con nuestro modelo sugiera que el impacto combinado de estos dos shocks ha podido ser cercano a cero (o incluso ligeramente negativo)". 

"La experiencia del pasado año sugiere que los cambios en los canales de transmisión (del descenso del precio del crudo) podrían haber enfriado las expectativas positivas del impacto de unos menores precios del petróleo sobre la actividad global", vuelve a incidir el BCE. 

Parece que el impacto de este descenso tan agudo "ha tenido efectos más severos en los países exportadores de petróleo, y ha sido acompañado por algunos efectos secundarios que han afectado a otros mercados emergentes... obligando a implementar grandes ajustes macroeconómicos". 

Las familias han ahorrado

Por otro lado, el BCE reconoce que supuesto incremento en la demanda de los países que se han beneficiado de la caída del crudo "hasta ahora ha sido más bien limitada... por ejemplo, en algunos países se ha visto un incremento en el ahorro por la necesidad de desapalancamiento, que ha impulsado a los hogares a ahorrar las ganancias inesperadas del descenso del precio del petróleo". 

A modo de conclusión, se puede señalar que el descenso del precio del petróleo ha generado unos efectos que no eran los esperados. Por un lado porque el precio ha caído no sólo por las mejoras en la oferta sino que también por la debilidad de la demanda. Por otro lado, los países que son importadores netos de petróleo no han usado los ingresos 'extra' del crudo barato para consumir o invertir, sino que los han ahorrado debido a su elevado nivel de endeudamiento, por lo que el efecto sobre el crecimiento económico ha sido escaso o incluso nulo.

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