Materias Primas

El oro y la deuda segura se convierten en el refugio de protección del vendaval chino

La historia se repite. Los inversores no pueden disfrutar de un agosto relajado y el capital sale huyendo de los activos de riesgo hacia otros que tradicionalmente se consideran más seguros. Mientras ayer las bolsas sufrían una fuga de dinero, la renta fija y el oro atraían a los inversores preocupados por las consecuencias de los últimos movimientos de China.

En las compras de deuda coincidieron varios factores. Por un lado, los bonos tradicionalmente más seguros recuperaron su papel de activo refugio. Pero, al mismo tiempo, las rentabilidades de la deuda se redujeron ante una posible caída en las expectativas de inflación, ya de por sí bajas, que puede traer el gigante asiático al resto de economías. Menos inflación supone menos presión al alza en los tipos, algo de lo que se beneficiaron ayer los bonos soberanos.

La reacción se apreció claramente en la deuda estadounidense. Y es que, como explican en Fidelity, "los rendimientos de los bonos estadounidenses estaban aumentando ante la previsión de subidas de tipos de la Reserva Federal (Fed)".

En las últimas semanas, la deuda de EEUU a 10 años se acercó a un rendimiento del 2,5 ciento, su mayor nivel en nueve meses. Sin embargo, ahora que China se anticipa al movimiento, el mercado ya no da por descontado una subida en la próxima reunión de septiembre. Así lo explican claramente en Banca March: "Los inversores han comprado deuda de Estados Unidos -activo refugio por excelencia- ante la perspectiva de que la Fed espere a subir tipos". De que espere o, al menos, lo haga de forma más pausada.

Estas compras redujeron la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años, que llegó a caer al 2,04 por ciento, frente al 2,14% del día anterior. Ya el martes el rendimiento (que baja cuando el precio de los títulos sube) retrocedió desde el 2,23% previo a que China sorprendiera al mercado.

El dinero también encontró refugio en la deuda alemana. Los títulos a más corto plazo volvieron a marcar rentabilidades negativas, incluso el bono a 2 años llegó a tipos históricos en el -0,284%. En el Bund, la rentabilidad se redujo del 0,63 al 0,6%.

En un principio, los inversores no solo acudieron a la deuda considerada más segura sino que en la renta fija, en general, bajaron las rentabilidades. Pero esto cambió en las últimas horas de la sesión. El rendimiento del bono español a 10 años cerró con una subida hasta el 1,98%, tras llegar tocar el 1,88% durante la jornada.

El 'cobijo' habitual

Y si hubo otro activo que salió a relucir ese fue el oro. La onza del metal amarillo lleva días desmarcándose de los descensos de otras materias primas y ayer subió en torno a un 1,5% en su quinta jornada de alzas consecutiva. Esto es la mayor racha de ascensos desde el mes de mayo. El oro se situó en 1.123 dólares por onza, su nivel más elevado en casi un mes.

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