
Arranca el caos por la nueva tasa de basura. Los más de 8.000 ayuntamientos que hay en España debían aprobar en el primer trimestre del año una ordenanza municipal para comenzar a cobrar a partir del 10 de abril la tasa de basuras. Sin embargo, y según indican los inspectores de Hacienda local, cada consistorio ha hecho lo que ha considerado. Unos han aprobado la ordenanza para que entre en vigor ya; otros han retrasado el pago a enero de 2026; algunos directamente han rechazado aprobarla; mientras otros la han puesto en marcha pero por debajo del importe al que deberían para evitar la insubordinación de los vecinos. Y, por su puesto, en cada municipio se cobra una tarifa diferente.
"Si España tiene 8.000 ayuntamientos, hay 8.000 modelos de ordenanza diferentes", explica Juan Ignacio Gomar, miembro de la Asociación Nacional de Inspectores de la Hacienda Pública Local (ANIHPL).
La Ley de residuos y suelos contaminados para una economía sostenible, aprobada en 2022, obliga a todos los ayuntamientos a poner en marcha esta nueva tasa a partir de abril bajo dos objetivos: que el consistorio financie a través de ella el coste de recogida, tratamiento y reciclaje de los residuos; y que cada hogar pague conforme a la basura que genere. Sin embargo, la ley no impone cómo deben calcular ni articular los ayuntamientos la tasa, de modo que cada uno la ha aprobado como ha considerado y otros ni lo han hecho.
Los inspectores de Hacienda local llevan desde 2022 alertando de que esta nueva tasa va a traer más litigiosidad que el impuesto de la plusvalía municipal por las desigualdades que genera entre ciudadanos y la diversidad de métodos para calcular su coste. "Pronosticamos desde la entrada en vigor de la ley que iba a ser lo que ahora mismo es, varios miles de modelos de ordenanzas y todas totalmente distintas, con distintos importes y distintos modelos de cálculo. Una situación completamente absurda", explica Juan Ignacio Gomar.
A modo de ejemplo, el experto señala que mientras en el Ayuntamiento de Madrid se va a cobrar a los vecinos con una vivienda normal en torno a 100 euros por la tasa de basura, si llega, en Pozuelo de Alarcón, otro municipio madrileño a 15 kilómetros de la capital (y uno de los más ricos de España), la tarifa por esa misma vivienda ascenderá a más del doble.
Juan Ignacio Gomar indica que la ley no establece ningún criterio para calcular el cobro de esta tasa, por lo que cada consistorio va a justificar el coste en que tienen más gastos en la gestión de residuos.
Primeros recursos
El inspector de Hacienda local indica que aún no se ha recurrido la tasa en ningún ayuntamiento, pero porque la mayoría de los vecinos aún no han empezado a recibir las liquidaciones, lo que en la mayoría de los casos ocurrirá después del verano o en enero de 2026.
Lo que se suele hacer es que cuando el ciudadano recibe la liquidación, la paga y después la impugna si está en desacuerdo.
"La situación actual es de anarquía y desconcierto. Y no creo que los contribuyentes en general sean demasiado conscientes de la que les viene encima", concluye.
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