Cargas familiares y exceso de trabajo lastran la carrera judicial de la mujer

Las juezas son clara mayoría (63%) en los juzgados de primera instancia, pero solo representan el 43% en los juzgados de segunda instancia y el 21% en el Tribunal Supremo. Un 72% considera que el mérito y la capacidad no son los factores que más influyen en la posibilidad de acceder a cargos discrecionales.

El 72,3% de las encuestadas creen que el sistema de selección para ocupar cargos discrecionales resulta discriminatorio para las mujeres. Consideran que el mérito y la capacidad no son los factores que más influyen en la posibilidad de acceder a estos cargos, lo que para el 97% de las encuestadas depende mucho o bastante de las relaciones informales, según las conclusiones del estudio Causas de la baja participación de las mujeres en los cargos de nombramiento discrecional de la judicatura, elaborado por la Asociación de Mujeres del Sector Público y publicado por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Así, junto a la red de relaciones, la pertenencia a una asociación es un factor influyente en el acceso a los cargos discrecionales para el 92,51% de las encuestadas y, para el 75,6%, lo es también la ideología. El porcentaje de las que creen que los méritos son un factor determinante desciende al 41,07% y baja hasta el 28,96% el de las que opinan que el peso de la decisión es la capacidad, convicción que opera como desincentivo a la hora de presentar candidatura.

Si bien las juezas y magistradas admiten que puede haber barreras internas, la mayoría (65%) considera que la principal razón por la que no se presentan a los procesos de selección es la configuración actual del sistema de acceso a esos cargos, la sobrecarga de trabajo en el puesto que desempeñan y la que supondría un cargo discrecional, así como las responsabilidades familiares.

Algo más de la mitad considera que el enfoque de los órganos de poder y las tareas asociadas a este tipo de cargos también son un obstáculo. Sin embargo, la falta de confianza en sí mismas (síndrome de la impostora) no es una barrera para una amplia mayoría de magistradas y de juezas (72,89%) que cree que tiene capacidad para ocupar un cargo discrecional.

Además, el 64,36% estaban destinadas en un órgano unipersonal, lo que en su opinión es una dificultad, porque estos puestos reúnen, en general, las peores condiciones de trabajo y dan menos facilidades para conciliar la vida laboral y familiar. El 74,3% de las encuestadas son madres y, de éstas, casi la mitad (49%) tiene hijos menores de 12 años. Un tercio asume tareas de cuidado de mayores.

Sólo el 14% realiza actividades compatibles con la Carrera Judicial que pueden ser útiles de cara a una futura promoción. En opinión del 60% de las encuestadas, las dificultades en la conciliación influyen totalmente (43,8%) o bastante (22,26%) en sus posibilidades de alcanzar puestos de responsabilidad. Para el 19,71% pesa poco y para el 14,23%, nada. Las mujeres representan el 57% de los jueces y magistrados en activo en España.

Desde que, en la década de 1960, pudieron acceder plenamente a la judicatura en igualdad de condiciones con los hombres, según los datos analizados por Funcas con motivo del Día Internacional de las Juezas, que se ha celebrado el pasado 10 de marzo.

Ellas son mayoría en todas las comunidades autónomas (excepto en Murcia), con porcentajes superiores al 60% en Madrid, Galicia y País Vasco. A mediados de los años noventa, el 30% de los jueces y magistrados en España eran mujeres.

En 2013 superaron por primera vez el 50%, y desde entonces son mayoría en la carrera judicial. En la última década, la cifra aumentó en otros siete puntos porcentuales, hasta alcanzar el 57% en 2024. Entre 2006 y 2023, el 67% de quienes accedieron a la carrera judicial fueron mujeres y en 2023 se alcanzó el 74% del colectivo.

Las juezas son clara mayoría (63%) en la primera instancia -colectivo que incluye al 72% del total-. Sin embargo, el porcentaje de mujeres cae hasta el 43% la segunda instancia, encargados de revisar las resoluciones cuando se presentan recursos de apelación, y hasta el 21% en el Tribunal Supremo.

Un dato de interés es que las mujeres son muy mayoritarias en juzgados de violencia contra la mujer (77%), menores (68%) y de lo penal (67%), pero los hombres son mayoría en los juzgados de lo mercantil (56%), lo que mediatiza los ascensos. Casi el 80% de las juezas y magistradas encuestadas por el CGPJ cree que las medidas para fomentar la igualdad en el seno de la Carrera Judicial son necesarias.

Aquellas sobre las que prácticamente todas se muestran de acuerdo están relacionadas con la transparencia del proceso de selección y de los criterios evaluables (98,82%). Nueve de cada diez opinan que deberían publicarse las puntuaciones asignadas a los méritos (95%) y establecer unos criterios más ligados al desempeño del puesto (95,59%).

También abogan por ampliar las medidas que favorezcan la conciliación (90,27%). Un 55% de las encuestadas se muestra a favor de establecer un sistema de cuotas que permita la paridad, pero sólo el 24% serían partidarias de que a igualdad de méritos se nombrara a una mujer para alcanzarla.