
Los despachos de abogados alertan que, en muchas ocasiones, los empleados utilizan fraudulentamente las bajas de incapacidad temporal (por accidente o enfermedad común, ya sea física o psicológica) para mejorar su posición negociadora frente a la empresa o para blindarse de un despido. Asimismo, también advierten de que las compañías, tras los últimos cambios legislativos, tienen pocas herramientas para luchar contra el absentismo, a la par que crecen las tasas de forma "dramática" desde la pandemia.
Los bufetes aseguran que, aunque no de forma masiva, las consultas de las compañías para hacer frente al absentismo de los empleados "sin duda" han crecido desde la pandemia y auguran que la situación irá a peor. Los trabajadores ya pierden el 6,5% de las horas pactadas en sus contratos, según el último informe de Randstad sobre absentismo laboral en 2023.
Clara Marín, directora en el área de Derecho Laboral de Andersen, explica que en 2020 se derogó el despido objetivo por absentismo que permitía que en el caso de que un trabajador se ausentara un 20% de horas al año de forma justificada o injustificada podía ser despedido objetivamente. "Ahora, solamente queda el despido disciplinario por ausencias repetidas e injustificadas".
Además, señala que la Ley de igualdad de trato y no discriminación de 2022 establece que serán nulos los despidos por discriminación, entrando ahí la enfermedad como motivo discriminatorio.
Marín destaca que, a pesar de que las enfermedades y, especialmente las psicológicas, son temas muy serios, hay casos en los que los trabajadores "las utilizan como medidas de presión cuando quieren negociar algo" o para protegerse de un despido y ganar tiempo mientras saltan a otra empresa.
Montse Rodríguez, socia directora del área de Laboral de BDO Abogados, indica que se están utilizan los derechos de forma fraudulenta para blindarse. Desde su experiencia, apunta que hay personas que cuando ven que algo no funciona bien en la empresa o temen que se les va a despedir, van al médico de familia y piden la baja. Los expertos en laboral de Ceca Magán mantiene el mismo punto de vista. "La protección a las personas trabajadoras que se encuentran de baja por incapacidad laboral está alcanzado niveles muy elevados, y está llegando a ser utilizado por algunas personas de forma fraudulenta para tratar de evitar decisiones sancionadoras, o situarles en una mejor posición negociadora frente a un despido", indican.
Faltan herramientas
Montse Rodríguez, de BDO, señala que tras los últimos cambios normativos, a los empleadores ya no "les queda nada" para luchar contra el absentismo. Rodríguez apunta que una alternativa para luchar contra la ausencia de los trabajadores sería eliminar de los convenios colectivos el complemento que pagan las empresas para completar hasta el 100% el sueldo de los empleados de baja por incapacidad. "Las patronales tendrían que plantarse para que las bajas por incapacidad no se complementen, si quieren quitando las crónicas, pero no para aquellos que faltan dos días o un mes", asegura Montse Rodríguez. Asimismo, añade que las bajas por incapacidad temporal deberían darse por porcentaje. Por ejemplo, si una persona ha tenido un accidente en la pierna y su trabajo es de oficina, que pueda teletrabajar.
Por su parte, desde Ceca Magán explican que el empresario está "muy limitado en cuanto a las acciones posibles a tomar para combatir el absentismo". Además de apostar por procesos de negociación para ajustar el pago de los complementos, el despacho añade que las herramientas más habituales de las compañías para luchar contra el absentismo son primar económicamente con algún plus salarial los días efectivos trabajados y la presencialidad.
Clara Marín, de Andersen, destaca que entre las herramientas para luchar contra la incapacidad temporal está la contratación de detectives o de compañías especializadas en el control del absentismo, que las hay y más de una. No obstante, admite que los casos de incapacidad por cuestiones psicológicas son difíciles de controlar ya que hay sentencias que dicen que era recomendable que el trabajador estuviera en una discoteca para su recuperación anímica.
Conflictos por volver a la oficina
Los bufetes señalan que, al margen del absentismo, también se ha incrementado la conflictividad entre empresas y trabajadores desde la pandemia por el teletrabajo. Uno de los mayores problemas es que los empleados ya no quieren ir a la oficina, sino trabajar desde su casa. En otras ocasiones, simplemente faltan determinadas horas. Clara Marín indica que estos casos son más sencillos porque se puede despedir por motivos disciplinarios por repetidas e injustificadas faltas. No obstante, también recomienda a las compañías empezar a sancionar por desobediencia porque si se consiente puede convertirse en un derecho adquirido.
Relacionados
- La justicia rechaza pagar a los funcionarios el plus de productividad durante una baja
- El Supremo admite planes de igualdad sin acuerdo sindical y libra de multas a las empresas
- Así es la ley que prepara Sánchez para obligar a los medios de comunicación a destapar quién les financia
- Hacienda obligará a destapar quiénes son los dueños reales de las empresas a partir de febrero de 2025