
Hacienda ha puesto el foco en los últimos años en controlar la tenencia de criptomonedas por parte de los contribuyentes para no dejar escapar su tributación. Ocultar los divisas digitales que los ciudadanos tienen en el extranjero se multa con hasta 20.000 euros, mientras que no tributar las ganancias que se obtienen con la inversión se sanciona con hasta el 150% de lo dejado de ingresar al fisco.
Los ciudadanos tienen desde 2021 la obligación de declarar en el IRPF las ganancias o pérdidas por la inversión en criptomonedas. En el caso de no hacerlo, afrontan sanciones de hasta el 150% del total de los impuestos que deben abonar a Hacienda por dichas ganancias.
Las ventas de criptomonedas tributan como la venta de cualquier otro activo tradicional, es decir, una ganancia o pérdida patrimonial que va en la base imponible del ahorro. Mientras que los tipos que se aplican son del 19% por ganancias de hasta 6.000 euros; del 21% si superan los 6.000 euros y hasta los 50.000 euros; del 23% entre los 50.001 euros y 200.000 euros; y del 26% si exceden los 200.000 euros.
Además, desde este año, los contribuyentes deben informar a Hacienda antes del 31 de marzo de las criptomonedas que tienen fuera, siempre que superen los 50.000 euros de valor. Ocultar estos activos, según la gravedad de la infracción, está sancionado desde los 20 euros por dato escondido a los 20.000 euros.