
La tributación de Ayuntamientos y Diputaciones ha sufrido un duro varapalo después de que el Tribunal Constitucional (TC) anulase el método de cálculo de la conocida como plusvalía municipal. Las Entidades Locales atraviesan un momento muy delicado y se hace aún más urgente la reforma de su financiación, asunto que ningún Gobierno parece querer afrontar.
El 27 de octubre la Asociación Nacional de Inspectores de Hacienda Pública Local celebrará en Albacete su XXII Congreso bajo el título 'La Inspección de los tributos locales'. Hablamos con su presidente, Arturo Delgado sobre estos asuntos.
¿Continúa la inseguridad jurídica en torno a la plusvalía?
Desde luego, quien piense que la problemática ha concluido, y que viene una época tranquila con el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (IIVTNU), la plusvalía, está muy equivocado.
Tenemos encima de la mesa la cuestión sobre si los efectos deben partir desde el 26 de octubre de 2021, tal como expresamente indicaba la sentencia del TC o desde su publicación en el BOE el 25 de noviembre. Y el método de estimación directa, con su automatismo de diferencia entre precio real de adquisición y venta no está exento de polémica.
"Financiación: El desprecio a la tributación local crea problemas de inseguridad a los ciudadanos"
Y, también está en solfa la necesaria comprobación de valores en los casos que llamen la atención a la Administración Tributaria. Y el valor de referencia, que en algunos supuestos entra en juego, ya está sometido a dura crítica por su aplicación práctica en algunos municipios.
¿Las reformas fiscales discriminan a las Haciendas Locales?
No es exagerado afirmar que en todas las reformas fiscales se discrimina a las entidades locales. Salvo en situaciones de emergencia tributaria, con la aprobación del Real Decreto-Ley 26/2021, tras la declaración de inconstitucionalidad de la forma de cálculo de la plusvalía, no se ha intervenido ante los graves problemas de la fiscalidad local.
La prioridad estatal y autonómica es tan grande que se desprecia nuestro ámbito. Prueba de ello es el Libro Blanco sobre la Reforma Tributaria presentado en marzo, está concebido desde una perspectiva centrada en la tributación del Estado y de las CCAA. Creemos que es un error porque las entidades locales son las Administraciones más próximas al ciudadano y los problemas de financiación e inseguridad jurídica los sufre también la ciudadanía.
La litigiosidad afecta a otros tributos locales, como el IAE de la empresa, el IVTM de los vehículos o el ICIO de la construcción. ¿Por qué?
Es completamente cierto. Como hemos apuntado desde la ANIHPL, el problema es del diseño de la tributación local, basado en conceptos decimonónicos, que se centra en la presencia tutelar del Estado y distantes de la consideración actual del principio de capacidad económica. Y la falta de regulación (o de acierto en su formulación) es palmaria.
La reacción es tardía, si es que llega, con los consiguientes perjuicios para todos. Como meros ejemplos, en el IAE, impuesto absolutamente desactualizado e innecesariamente complejo, también sigue generando su controversia, como sabemos, con sentencias relativas a la producción del hecho imponible durante la pandemia y como la reciente del Tribunal Supremo que imposibilita cobrar a las operadoras de telefonía móvil.
"Circulación:Sigue viva la polémica sobre la deslocalización fraudulenta de las grandes flotas"
En el IVTM sigue viva la polémica sobre la deslocalización fraudulenta de las grandes flotas de vehículos. En el ICIO, con cuatro escasos artículos que lo regulan, han tenido que ser los Tribunales los que han ido perfilándolo. Problemas sobre el hecho imponible, las exenciones, los sujetos pasivos (por cierto, término este de sujeto pasivo, necesitado de absoluta renovación), base imponible y gestión, fueron abordados por la jurisprudencia y algunos temas siguen en litigio.
Parece que los tribunales fallan contra los 'paraísos fiscales' (vehículos domiciliados en localidades donde luego no hay rastro de la empresa domiciliada). ¿Puede ser un paso para terminar con este tipo de deslocalizaciones ficticias?
Sin duda es un paso importante. Han sido ya varias sentencias las que respaldan la gran labor de la Inspección Tributaria del Ayuntamiento de Barcelona. Es lamentable que hayamos tenido que llegar a la judicialización del problema que nació hace más de dos décadas.
"Mayor inflación: El encarecimiento de los costes en la construccón tendrá un impacto grande en el ICIO"
Mal está que Tráfico haya permitido y siga permitiendo, con una peculiar interpretación de sus propias normas, que figure como domicilio del permiso de circulación un local fantasma en una localidad ajena a la de la empresa. Pero peor resulta que el Estado, el legislador, no haya reaccionado.
Un pequeño retoque en la regulación, no vinculando la obligación al domicilio del permiso de circulación, podía haber sido suficiente. Buena muestra del abandono que reiteramos es que después de más de 20 años ni Tráfico ha rectificado su modo de proceder, ni se ha producido la reforma legal, tan reclamada por grandes expertos sobre la tributación local en diversas Comisiones.
La inflación impacta de lleno en el coste de vida. ¿Esto afecta a la recaudación municipal?
Ese diseño arcaico de los tributos locales pone de relieve que, pese a que la coyuntura económica sea negativa, se sigue pagando prácticamente lo mismo. Desde una perspectiva técnico-tributaria son impuestos reales y no personales. A diferencia de lo que sucede con el IRPF y en Sociedades, que cuando menos ganas, menos pagas, en los impuestos locales, por lo general vas a pagar lo mismo. Algún beneficio fiscall lo matiza, pero en pequeña medida.
En el supuesto concreto de la inflación, el impacto va ser grande en el ICIO por el encarecimiento de los costes (recordemos que se cobra en función del coste real y efectivo de la obra). En definitiva, si la reacción de las empresas y ciudadanos, ante el incremento de costes y gastos producido, es defraudar en los tributos, efectivamente, puede afectar de forma negativa a la recaudación municipal.
No obstante, conviene recordar que la labor de la inspección tributaria local consiste en evitar el fraude y que las sanciones que proceden en caso de incumplimiento no lo hacen, precisamente, recomendable.
La inflación que padecemos nos afecta negativamente a todos. Esperemos que esta situación no perdure y vengan tiempos mejores de los que estamos tan necesitados.
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