
La inversión sostenible vivió un auténtico boom en 2020, un año en el que las carteras rotaron hacia los valores seguros para evitar más sobresaltos. En 2021, esta corriente no ha hecho sino afianzarse: según Morningstar, con datos hasta septiembre, los flujos hacia fondos sostenibles globales prácticamente se duplicaron en medio año, hasta los 3,9 billones de dólares. Consulte más artículos sobre sostenibilidad en elEconomista Inversión sostenible y ESG.
Ya de cara a 2022, con la normativa europea forzando a las entidades a introducir la sostenibilidad en su día a día, todo indica que esta tendencia continuará. De hecho, según las estimaciones de PwC, los fondos responsables deberían representar el el 57% del total de activos bajo gestión en Europa en 2025.
Si nos centramos en el Viejo Continente, dentro del EuroStoxx 50 -índice que agrupa a los valores más grandes y líquidos de la zona euro- ya son 15 las cotizadas que cuentan actualmente con una triple A en sostenibilidad por parte de MSCI. Ese rating de AAA implica que estas compañías son las mejores en su forma de gestionar los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés), así como las oportunidades derivadas de ellos. Y entre esas empresas triple A, las que cuentan con más potencial alcista de cara a los próximos 12 meses son, en este orden, Adidas, Enel, Intesa Sanpaolo, Iberdrola, Allianz y ASML. Todas ellas reciben, además, una recomendación de compra por parte del consenso de mercado que recoge FactSet.
Adidas, la que tiene más recorrido
Quien tome posiciones ahora en el fabricante alemán de equipamiento deportivo Adidas debería ver revalorizarse su inversión más de un 30% en 12 meses, si atendemos a las estimaciones de los analistas. Se sitúa entre las peores en el parqué en 2021 dentro del EuroStoxx, al perder en torno a un 16%.
En consonancia con esa triple A, también es positiva la opinión que emite sobre Adidas Sustainalytics, una compañía integrada ya en Morningstar. Este proveedor de datos de sostenibilidad considera que la germana presenta un nivel de riesgos ESG de 13 sobre 100, es decir, un nivel bajo de riesgos de sostenibilidad no gestionados (una puntuación entre 0 y 10 indica que esos riesgos son inapreciables, mientras que por encima de 30 se consideran elevados).
Otro valor que cuenta con un consejo de compra, y con un potencial cercano al 27% tras dejarse en torno a un 16% este año, es Enel. La eléctrica protagonizó, en junio, la mayor emisión de bonos ligados a la sostenibilidad realizada hasta la fecha, por 3.250 millones. Si nos fijamos en sus credenciales ESG, la italiana destaca en gobernanza: ISS (Institutional Shareholder Services) le otorga un 1, la máxima puntuación en cuanto a sus prácticas de gobierno corporativo. También obtiene una A, la nota más alta entre las que concede CDP (Carbon Disclosure Project), entidad que mide el compromiso de las compañías con la lucha contra el cambio climático.
Más de un 26% de recorrido al alza tiene por delante otra italiana, Intesa Sanpaolo. Tiene un nivel bajo de riesgos ESG no gestionados. En cuarto lugar encontramos a la comparable natural de Enel: la española Iberdrola, cuyo potencial, próximo al 19%, está bien por debajo del de su rival italiana. También sale algo peor que Enel en la foto climática: CDP le da una A-, la segunda mejor nota posible. Y su punto débil, con el telón de fondo del caso Villarejo, es la gobernanza: ISS, que puntúa entre 1 y 10 (siendo 1 la mejor nota), le da solo un 4.
La eléctrica presidida por Ignacio Galán recuperó en octubre -en pleno decretazo eléctrico- la recomendación de compra por parte del consenso de mercado que recoge FactSet. Hacía dos años y medio que los analistas no aconsejaban abrir posiciones en ella.
La alemana Allianz debería revalorizarse en el parqué un 18% a lo largo del próximo año. Su grado de riesgo ESG es medio. En lo que respecta al pilar ambiental, obtiene, al igual que Intesa y que Iberdrola, una A-. Y en gobernanza recibe un 3, es decir, la estructura de su consejo de administración recibe una especie de notable bajo, si trasladamos al sistema de calificaciones académico español estas notas (para este proveedor, el 1 es la mejor nota y 10 la peor).
ASML es el gigante de esta clasificación. El fabricante holandés de máquinas utilizadas para producir semiconductores capitaliza unos 273.000 millones de euros. Es la segunda compañía con mayor valor bursátil del EuroStoxx 50, solo superada por LVMH. Tiene un nivel bajo de riesgos de sostenibilidad para Sustainalytics (11 sobre 100, el mejor entre estas seis compañías). Y su talón de Aquiles, al igual que en el caso de Iberdrola, es la gobernanza: obtiene, como la española, un 4 sobre 10 para ISS.