
Las gestoras continúan buscando nuevas oportunidades en el universo de los activos alternativos. Schroders hizo pública este miércoles la compra de Greencoat, una firma especializada en la inversión en infraestructuras de energías renovables (como la eólica, la solar, la bioenergía y la térmica). Schroders -un gigante con activos bajo gestión que rondan los 846.000 millones de euros- adquirirá el 75% de su capital por 402 millones. Consulte otros artículos sobre ESG en elEconomista Inversión sostenible y ESG.
Greencoat es pionera en la inversión en infraestructuras de energía renovable a gran escala, en formatos cotizados y privados. En los últimos 12 meses, ha conseguido captaciones y compromisos por valor de 1.799 millones de euros. Es una de las mayores gestoras de infraestructuras verdes en Europa, con 7.531 millones de euros bajo gestión.
Greencoat "proporciona acceso a un mercado amplio y de rápido crecimiento muy demandado por nuestros clientes", explicó Peter Harrison, director general del grupo Schroders, y su enfoque permite mantener "nuestra estrategia de agregar competencias en los segmentos de crecimiento más atractivos", añadió. Schroders es una gestora activa que, con datos del pasado mes de julio, tenía una cuarta parte de sus activos etiquetada como sostenibles de acuerdo con el Reglamento de Divulgación de la Comisión Europea.
No es esta, en absoluto, la única entidad que está rastreando las opciones que ofrecen las infraestructuras. En España, una de las últimas en hacerlo ha sido Ibercaja, que a finales de noviembre lanzaba el fondo Ibercaja Infraestructuras, cuyo universo de inversión abarca desde firmas de satélites y torres de comunicaciones hasta residencias y hospitales. Es un fondo líquido. Por su parte, Bestinver echó ya a rodar su Bestinver Infra FCR en octubre del año 2020. Se trata de un fondo de capital riesgo.
En lo que respecta a la inversión sostenible, es en los activos alternativos donde se encuentran las grandes oportunidades, según señaló Teresa Casla, presidenta de Fonditel, en el evento anual de Spainsif (foro español de la inversión sostenible) el pasado octubre, En su opinión, dentro del universo de la inversión verde "conviene hacer una distinción entre los activos líquidos y los ilíquidos"; los primeros "ya están en precio", afirmó, de ahí que "quizá donde haya una oportunidad aún no tan conocida es en los activos ilíquidos, los no cotizados". Eso sí, advirtió Casla, estas inversiones "son más controvertidas, el inversor tiene que ser cualificado, y entender que durante 10 o 15 años no contará con liquidez".